Javier Barbado / Imagen: Diego S. Villasante y Pablo Eguizábal. Cuenca Altos cargos directivos del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) han zanjado el debate sobre la eficiencia de los modelos de gestión público-privados en las organizaciones sanitarias comparada con la que aportan los de uso tradicional en España, es decir, los que funcionan por medio del control directo de las administraciones. Para los gobernantes de la sanidad manchega existen datos que avalan el mejor funcionamiento de los primeros a la hora de controlar el gasto de los centros, y así quedó reflejado en el coloquio de la segunda jornada del Encuentro de Directivos de la Salud de Castilla-La Mancha, primero en esta comunidad autónoma y que ha organizado Sanitaria 2000, grupo empresarial editor de Redacción Médica, y ha contado con el auspicio de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (Sedisa) y la Fundación Ad Qualitatem además de con la colaboración de Gasmedi, Dräger y Fresenius Medical Care.
El economista y adjunto a la Gerencia del Sescam, Miguel Moreno, recordó que, en España, desde 1978 se han rebasado de manera sistemática los presupuestos sanitarios generando déficit, por lo que la crisis económica visible desde 2008 en realidad se sumó a un problema preexistente en el sector. En su intervención, no dudó de que los modelos de gestión no administrativa (como los PFI o los de concesión tipo Alzira) se revelan más eficientes que los que funcionan del modo tradicional, y citó el reciente informe de Iasist y otros estudios de la consultora PriceWaterhouseCooper.
A continuación, el director gerente del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, Francisco Marí, añadió que, en esta comunidad autónoma, se prevé la financiación de nuevos equipos e infraestructuras en centros que siguen el modelo PPP, cosa que no está prevista para hospitales regidos por otras fórmulas. Y explicó cómo se van a financiar las gerencias de área en el contexto de los modelos de concesión, aclarando que las empresas adjudicatarias de la gestión de los centros “solo ganarán si lo hacen realmente bien”. Francisco Merino, director gerente del Área Integrada de Puertollano, en Ciudad Real, apuntó que, desde la llegada del nuevo equipo directivo, se logró equilibrar la demanda de pruebas diagnósticas tanto en el primer nivel asistencial como en los hospitales, para la que antes no existía limitación alguna. Para ello, se instauró un protocolo con formularios para la petición de esas pruebas y se controló el proceso desde la dirección médica de cada centro, de modo que se logró pasar de 4.210.000 solicitudes al laboratorio en 2011 a 3.781.955 en 2012. Por su parte, el director gerente del Área Integrada de Hellín (Albacete), José Luis Sánchez, recordó que, en España, existe el objetivo de crear un espacio sociosanitario con todas sus limitaciones, cosa que no puede decirse de los países anglosajones. Este espacio lo definen y condicionan los usuarios –precisó–, e hizo alusión a un “cambio de modelo” que incluya la mejora de la calidad sin obviar fuentes alternativas de financiación (por ejemplo, capitativa) y en general de colaboración público-privada. Además, citó el proyecto de crónicos de Castilla-La Mancha y la importancia en él de las alianzas con el sector privado y de los sistemas de información. |