Redacción. Valladolid
El consejero de Sanidad, Antonio Sáez Aguado, ha informado este miércoles sobre la evolución de las listas de espera quirúrgicas en Castilla y León en el tercer trimestre del año, y ha destacado la disminución en 905 pacientes en lista de espera y el incremento de un día de demora media durante los meses de julio, agosto y septiembre con respecto al trimestre anterior. Se trata de unos datos relativamente positivos, ha destacado el consejero, pues la tendencia en los últimos años ha sido de un incremento mucho mayor de la lista de espera estructural durante el periodo estival.
Antonio Sáez Aguado, consejero de Sanidad; y Eduardo García, gerente del Servicio de Salud de Castilla y León. |
Así, la demora media del trimestre se sitúa en 111 días, mientras que los pacientes que se encuentran esperando una intervención quirúrgica son 35.262. Estos datos marcan un cambio de tendencia a la baja en número de pacientes que demuestra que el Plan de Mejora, puesto en marcha el pasado mes de abril, está obteniendo los resultados esperados.
Para dicho Plan, la Consejería de Sanidad invirtió 12 millones de euros, con los que puso en marcha varias iniciativas, como la creación en todos los hospitales de una comisión para adoptar medidas de mejora, aumentar el rendimiento quirúrgico, refuerzo de las plantillas o reactivar algunos conciertos. Desde entonces, la lista de espera se ha reducido en 4.122 personas –el 31 de marzo el número de pacientes que esperaba una intervención era de 39.384-, lo que supone un 10,4 por ciento. Por hospitales, la evolución de los datos se puede consultar en la tabla número 2.
Con la actividad quirúrgica se ha conseguido absorber lo que se hacía mediante autoconcertación (las llamadas ‘peonadas’), y se ha logrado incluso un incremento del 7,1 por ciento en lo que va de año (5.305 intervenciones más en relación al mismo periodo de 2012). También se ha producido un incremento de la actividad quirúrgica concertada en 1.371 intervenciones.
Asimismo, la Consejería de Sanidad sigue trabajando en la gestión de las listas en función de la prioridad clínica de los casos, con la intención de que al finalizar el año esté plenamente establecido este sistema. Esta forma de trabajo disminuirá considerablemente los tiempos de espera para los casos de mayor gravedad o que más afecten al normal desarrollo del día a día del afectado.