Desde la presente legislatura, la Junta de Castilla y León cuenta con un nuevo órgano insólito hasta entonces en su estructura: una viceconsejería. Concretamente, se trata de la
Viceconsejería de Sanidad, que ostenta el también el
gerente del Sacyl, Jesús García-Cruces. Para él, la creación de esta nueva dependencia supone "un reconocimiento a todo el sistema de salud y sus profesionales". "Coincide con que este año celebramos 20 años de la transferencia autonómica de la sanidad.
Es un gesto muy significativo", insiste.
En una entrevista con
Redacción Médica,
el nuevo viceconsejero de Asistencia Sanitaria, Planificación y Resultados en Salud analiza los temas más candentes de la actualidad, como la última adjudicación de plazas MIR que ha dejado cientos de plazas vacantes, muchas de ellas en su región.
Castilla y León, al igual que otras muchas comunidades, tiene dificultades a la hora de atraer médicos al medio rural. ¿Por qué cree que este entorno no atrae a los profesionales sanitarios?
Desde el punto de vista estrictamente profesional,
la Atención Primaria y el ámbito rural son sitios atractivos per se. La Medicina rural es muy real, directa y agradecida. Desde el punto de vista profesional, nunca se puede hablar de que no es atractiva la Atención Primaria en el mundo rural.
Ya son constantes las voces en el sector sanitario que apuntan a un fenómeno sociológico de la sociedad, y que afecta también a la sanidad y a sus profesionales sanitarios. Me refiero a la no predisposición de la población en general a vivir en el medio rural y apostar por las ciudades. Lo mismo sucede con la Atención Primaria, que resulta menos atractiva que la atención hospitalaria.
Este suceso habría que estudiarlo, porque los médicos jóvenes piensan más, cuando van a elegir su plaza, en grandes ciudades que en grandes centros de formación, como se hacía antaño. Esta es una reflexión que deberíamos hacer todas las comunidades autónomas junto con el Ministerio de Sanidad a través de la Comisión de Recursos Humanos. Necesitamos replantear el sistema MIR teniendo en cuenta este paradigma.
¿Qué incentivos prepara la región para motivar a los especialistas a solicitar estas plazas? Algunas regiones se plantean incluso sufragar alquileres de viviendas o los costes de la gasolina.
El medio rural no es atractivo para el médico ni para otras profesiones. Nosotros ya trabajamos en medidas para intentar hacer de este entorno un espacio más atractivo desde un punto de vista estrictamente personal. Planteamos que para bolsas de contratación cuente más el tiempo trabajado en puestos de difícil cobertura. También incentivos fiscales, como se está haciendo en Portugal en zonas muy despobladas, en la frontera con España.
En cualquier caso, en Castilla y León trabajaremos siempre por propuestas realistas,
con incentivos no solo económicos, como podrían ser los pluses por dispersión o bonificaciones en el IRPF, y, además, ofreceremos ventajas en la formación continuada o la carrera profesional, de modo que el tiempo trabajado en zonas de difícil cobertura cuente más. También incrementar las puntuaciones en procesos de contratación y OPE.
Tenemos que trazar estrategias comunes para todo el Sistema Nacional de Salud (SNS) y no permitir la desmembración que implican los trasvases que hace que unas comunidades le quiten profesionales a otras. Esto es una dinámica que el Ministerio de Sanidad tiene que revisar. Debe proponer iniciativas que homogenicen el SNS para que no se vea quebrado y se produzcan desigualdades que no debemos permitir.
"Hay que repensar el modelo de Atención Primaria, que en España ya está exhausto"
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También queremos reforzar al personal de Enfermería en la Atención Primaria. En muchos países nórdicos se apoya en los equipos, de los que también forman parte los médicos. La Enfermería puede encargarse de muchas actuaciones de las que se puede liberar al médico de Familia.
Hay que repensar el modelo de Atención Primaria, que en España ya está exhausto no está dando respuesta en zonas dispersas geográficamente. Castilla y León tiene una dispersión que no tiene nadie. Aún así somos la mejor comunidad autónoma en lo que se refiere al ratio de tarjetas sanitarias asignadas por médico.
Además, cada vez tenemos menos vacantes de médicos de Familia gracias a los procesos de empleo que hemos ido poniendo en marcha. También contamos con el quinto mejor sistema de salud de España, solo superado por comunidades autónomas que en su mayoría son uniprovinciales. Difícilmente nos podemos comparar con ellas, porque no tienen el hándicap de la dispersión.
Comenta que el modelo actual de Atención Primaria está “agotado”. ¿Cuál es la vía alternativa a este sistema?
El modelo debe reorganizar los motivos de consulta. Hay gran cantidad de estos motivos que son de tipo burocrático y esto sobrecarga a las consultas en exceso. Hay que canalizar la atención de los pacientes donde el personal administrativo puede desempeñar un papel muy importante. También potenciar las consultas de Enfermería bajo demanda y así optimizar el trabajo del médico. En definitiva, a corto plazo lo que tenemos que hacer es gestionar bien la demanda.
En el corto plazo, nos adentramos en un escenario en el que vamos a disponer de menos efectivos sanitarios. El Plan de Acción de Atención Primaria y Comunitaria del Ministerio de Sanidad, aunque general, es un buen punto de partida para la reforma integral de este nivel asistencial. España en su dio optó por un modelo, con sus éxitos y sus sombras, pero tenemos que ser pragmáticos y muy realistas. La Atención Primaria necesita otra orientación con el objetivo de aumentar la accesibilidad al sistema y continuidad asistencial. Requiere un consenso nacional de todos los agentes implicados: Ministerio, comunidades, sociedades científicas, sindicatos, etc.
¿Cuántas especialidades están declaradas de difícil cobertura en la región?
Al margen de la Medicina de Familia, que con las últimas OPE estamos posibilitando que quede con muy pocas vacantes libres, en el ámbito de la atención hospitalaria tenemos especialidades, sobre todo en centros comarcales, con dificultades. Hablamos de especialidades como Anestesia, Traumatología, Cirugía General o Cardiología.
No obstante, las OPE pendiente van a paliar en mayor medida esta situación y van a suponer un alivio. Aunque va a ser muy difícil resolver al cien por cien la cobertura de plazas vacantes, especialmente, en hospitales comarcales.
"Hay una predisposición de la población en general a no vivir en el medio rural y apostar por las ciudades"
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En la última convocatoria MIR hemos visto como cientos de plazas de Medicina de Familia han quedado desiertas. ¿Qué es lo que está fallando?
Nos ha sorprendido. Castilla y León siempre ha tenido mucho MIR de Medicina de Familia. Este año, por ejemplo, de las cinco plazas de Medina del Campo no se ha cubierto ninguna. Desde la Consejería de Sanidad lo hemos comentado con los tutores MIR, y lo cierto es que nadie encuentra una respuesta clara. En las unidades docentes no hay problemas relevantes que puedan hacer poco atractivas estas plazas. Insisto en el fenómeno sociológico que comentaba anteriormente y a las variables geográficas.
En Castilla y León tenemos unidades docentes arraigadas y con bastante tradición que funcionan muy bien. Por ejemplo la de Soria, en donde se enseñan modelos FQM, se les forma en Ecografía desde el R1 y salen con una formación muy buena y completa. Muchos de estos residentes, se quedan a trabajar porque les gusta la forma de trabajar. Curiosamente, este año, de las 15 plazas en Soria, solo se han ocupado 3 plazas. Tenemos que hacer algo para que se puedan cubrir estas plazas de alta calidad.
Muchos MIR quieren ir a la ciudad aunque la formación no sea tan buena o atractiva. A nadie se le pasa por la cabeza preguntar cómo es la formación en Soria porque directamente no quien vivir en Soria, por seguir con el ejemplo de esta provincia.
El consejero, Alejandro Vázquez Ramos, propuso como una de las soluciones para la convocatoria MIR eliminar la nota de corte. Sin embargo, el Ministerio es más proclive a aumentar el cupo de extracomunitarios. ¿Cómo lo valora?
Nos parece fenomenal, pero como solución a corto plazo. No es suficiente para nuevas convocatorias. Hay que explorar otros caminos, como
bajar la nota de corte para que también médicos comunitarios puedan acceder a puestos de Medicina de Familia.
También se ha hablado estos últimos días de que
una solución que puede ser “clasificar” a los MIR, más que indicar si han suspendido o han aprobado. No olvidemos que hay muchos jóvenes en España que tienen vocación de médico y que no consiguen acceder a una facultad de Medicina por no alcanzar la nota de corte. Probablemente, alguien que ha sacado muy buenas notas en Bachiller y en la EBAU, no se plantee terminar formándose como MIR en un entorno rural.
Insisto en el problema sociológico que hay que revisar de una manera exhaustiva para tomar soluciones. Pero no podemos resignarnos a esta hipótesis. Nuestro deber como gestores es garantizar la calidad asistencial. Si se cuantifica este fenómeno sociológico y se explicita, habrá que combatirlo planteando medidas en el ámbito nacional, porque esto nos afecta a muchas comunidades autónomas. Hay que empezar a tomarse en serio todos los factores que se escapan del ámbito sanitario.
"Hay bajar la nota de corte para que también médicos comunitarios puedan acceder a puestos de Medicina de Familia"
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La Consejería de Sanidad trabaja en una orden de medidas urgentes para reducir las listas de espera. Entre otras cosas, incentivará económicamente a los profesionales que, voluntariamente, decidan prestar servicios extra. ¿Es suficiente esta solución? ¿Se va a contar también con la sanidad privada?
Estamos ultimando
un plan muy ambicioso que intenta mitigar las tasas de demora, que nunca han sido tan altas, y que se deben a la crisis que ha provocado la pandemia del Covid-19. Desde el 1 de enero, no obstante, ya hemos conseguido un volumen de actividad quirúrgico muy similar al del primer trimestre del año 2019. Llevamos una línea muy positiva. Pero no es suficiente.
Vamos a recurrir a la autoconcertación de nuestros profesionales con un plan muy ambicioso, y también a la concertación externa de clínicas y centros hospitalarios privados, con los que siempre hemos tenido una relación muy fluida. De hecho, durante la pandemia ha quedado patente la buena colaboración entre ambos ámbitos. Gracias a estas sinergias, daremos el impulso definitivo a las listas de espera.
Usted ha comentado en alguna ocasión la necesidad de potenciar la implantación de la telepresencia en la asistencia sanitaria. ¿En qué consiste esta telepresencia? ¿Qué planes tiene la Consejería para potenciarlo
Queremos fomentar la telepresencia, la interconsulta entre el médico de Atención Primaria y el especialista. La tecnología permite alcanzar nuevos horizontes. Necesitamos contar con buenos protocolos y alcanzar acuerdos con actores como las sociedades científicas y las organizaciones sindicales para hacerlo adecuadamente.