El PSOE mantiene el pacto con el PRC y a Miguel Rodríguez en Sanidad

El PSOE cántabro ha decidido este miércoles, tras una reunión de su Ejecutiva regional, mantener el acuerdo de Gobierno con el Partido Regionalista de Cantabria (PRC) tras haber amenazado con su ruptura después de que la formación de Miguel Ángel Revilla votase no a la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno nacional. De este modo, se mantiene la actual estructura en el Ejecutivo autonómico y se garantiza la continuidad de Miguel Rodríguez como consejero de Sanidad, cartera que, precisamente, gestionan los socialistas.

“Nadie puede entender un futuro progresista para esta tierra sin el partido socialista, por eso mantenemos nuestro compromiso con Cantabria”, ha señalado esta tarde la secretaria de Organización, Noelia Cobo, tras la reunión de la Ejecutiva. “Los socialistas no vamos a dejar abierta la posibilidad de que el Partido Popular pueda llegar al Gobierno de Cantabria. Una posibilidad que anunció Pablo Casado en el Congreso y que hasta el momento nadie ha desmentido”, ha asegurado durante su breve intervención.

En este sentido, Cobo ha puesto el balón en el tejado del PRC tras señalar que ahora corresponde a los regionalistas indicar si continúan o no con este acuerdo. “Esa decisión, hoy, la tiene el presidente del Gobierno de Cantabria”, ha asegurado. También ha insistido en que la permanencia del PSOE en el Gobierno de Cantabria “reforzará” la interlocución con el Gobierno central de Pedro Sánchez. La “estabilidad y progreso para Cantabria”, a su juicio, “solo lo garantiza el partido socialista”.

El pago de la deuda de Valdecilla

Una de las principales reclamaciones de Cantabria al Gobierno de España es, precisamente, el pago de la deuda por las obras de la remodelación del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, cuyo importe asciende a 121 millones de euros. De hecho, esta es una reivindicación que viene de tiempo atrás, dado que no solo los regionalistas de Miguel Ángel Revilla han exigido al Estado que sufrague los costes de la construcción del nuevo hospital, sino también el Partido Popular durante su presidencia del Gobierno cántabro entre 2011 y 2015.

A pesar de la advertencia del PSOE y a pesar de las tensiones generadas entre los socios de gobierno, todo apuntaba a que era complicado que los socialistas renunciasen a la visibilidad, los cargos, los proyectos y la estabilidad regional que propina el pacto con el PRC. Más teniendo en cuenta que aún quedan más de tres años por delante de legislatura.

De hecho, en juego no solo estaba el pacto, sino los acuerdos de gobierno en varios ayuntamientos y la representación institucional del PSOE, que no solo saldría del Gobierno regional, sino de la presidencia del Parlamento cántabro.