Redacción. Santa Cruz de Tenerife
El servicio de Cirugía Pediátrica del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria (HUNSC), adscrito a la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, ha incorporado a sus procedimientos terapéuticos la implantación de nuevos métodos ortopédicos para el tratamiento de deformidades de tórax en niños, que evitan la necesidad de intervenciones quirúrgicas en muchos de los casos.
En concreto, los cirujanos pediátricos de este centro hospitalario están aplicando prótesis externas que actúan como chalecos para corregir patologías como el pectus carinatum ('pecho de quilla' o 'pecho de paloma'), deformidad congénita que se presenta en la infancia y empeora durante la adolescencia, caracterizada porque la pared torácica sobresale de manera notoria.
Esta disformidad, que no suele presentar complicaciones respiratorias pero sí músculo-esqueléticas como la escoliosis, sí llega a afectar desde el punto de vista psicológico al niño y adolescente, cuya autoestima puede mermar por un problema estético hasta el punto de evitar contactos sociales propios de su edad.
"El servicio de Cirugía Pediátrica del Hospital Universitario de La Candelaria valora cada caso que llega a nuestro departamento y mediante una completa historia clínica y entrevistas con el niño y su familia, valora la idoneidad de llevar a cabo el tratamiento con dispositivo ortopédico externo con un corsé", explicó el doctor Luis Antón, del servicio de Cirugía Pediátrica del HUNSC.
Si bien este tipo de soportes protésicos es poco invasivo, seguro y eficaz corrigiendo progresivamente la deformidad torácica, se hace indispensable la colaboración del paciente pediátrico y su entorno familiar ya que el éxito del tratamiento dependerá del número de horas que sea capaz de portar diariamente y durante meses la prótesis.
"Por este motivo se selecciona cuidadosamente a los candidatos con pectus carinatum a la hora de ofrecer esta terapéutica porque deberá comprometerse en el cumplimiento de las indicaciones médicas, que suelen ser estrictas, especialmente en el tiempo que el niño o adolescente debe llevar el corsé durante el día", indica el doctor Antón.
Actualmente se están tratando con este método protésico compresivo a varios pacientes pediátricos con 'pecho de quilla' y los resultados desde el inicio del tratamiento ya empiezan a ser visibles. "Tanto los niños como los padres nos cuentan su experiencia con este tipo de prótesis y aunque reconocen que durante la primera semana requería un mayor esfuerzo de adaptación, con el tiempo reconocen mostrarse satisfechos con la evolución del problema", ha resaltado.