Redacción. Palma
A la Unidad de Rehabilitación de la Vista del Hospital Universitario Son Espases, única en las islas, llegan pacientes con las capacidades visuales reducidas. A estos pacientes, no se les considera ciegos legalmente; pero la mayoría, tienen limitada la visión (ven entre un 10 por ciento y un 30 por ciento, de la capacidad visual normal).
Víctor Ribot, gerente del H. Son Espases. |
Con la ayuda de la optometrista del HUSE, Patricia Carballo, los pacientes aprenden a aprovechar al máximo lo que les queda de esta capacidad visual.
Según afirma Carballo, es posible que, “con esfuerzo y entrenamiento, un paciente con un 20 por ciento de visión pueda desarrollar actividades cotidianas como por ejemplo, leer, coser, ver la televisión o poner la mesa”.
En el Servicio de Oftalmología de Son Espases, se trabaja con los pacientes en la adaptación de lentes y filtros, conjuntamente, para mejorar la visión; así como con la utilización de lupas electrónicas y ópticas que amplían el texto de los libros según las necesidades de cada paciente y le facilitan la lectura. También, se entrenan con telescopios o gafas lupa para ver la televisión.
Además, en la consulta, también se atienden otras patologías oculares como por ejemplo, la retinopatia diabética, la degeneración macular, diplopias o la doble visión, así como los problemas con la luz (fotobfobia). La utilización de filtros ayuda a evitar reflejos y deslumbramientos excesivos, nieblas o visión con poco contraste que impiden procedimientos simples como ir por la calle y distinguir la acera de la calzada.
Finalmente, se les enseñan trucos para facilitar las actividades de la vida diaria que les permiten llevar a cabo muchas actividades y sacar el máximo rendimiento de su capacidad visual, al mismo tiempo que mejoran el estado anímico y la calidad de vida.