Daniel Vírseda, el mejor en las pruebas de FSE en 2020, escoge Can Misses tras finalizar la residencia en Madrid

La ibicenca jornada de 35h seduce a un número 1 MIR: "Es calidad de vida"
Daniel Vírseda, dermatólogo del Hospital Can Misses.


13 nov. 2024 18:20H
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El Hospital Can Misses de Ibiza ficha al dermatólogo Daniel Vírseda, número 1 del MIR de 2020. Vírseda procede del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, donde hizo la especialidad que finalizó este septiembre. Ahora, el especialista se incorpora a una plantilla deficitaria desde 2020 que cuenta con un total de seis dermatólogos. Vírseda explica en una entrevista a Redacción Médica que el principal motivo de elegir este destino ha sido la posibilidad de encargarse de una consulta de patología autoinmune, una de las áreas de Dermatología que más le gustan.

Además, también ha tenido en cuenta las condiciones laborales y retributivas. En Ibiza tiene una consulta con 24 pacientes, en lugar de los 33 que tienen los dermatólogos en el Gregorio Marañón; una jornada semanal de 35 horas, a diferencia de las 37,5 horas en Madrid; y que Baleares es una de las comunidades autónomas donde se cobra más.

¿Qué valoración hace de su residencia en Dermatología en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid?

Bastante buena en general. He tenido momentos que son un poco más desagradables, pero la sensación es muy buena. Guardo muy buenos recuerdos, sobre todo de los compañeros de residencia, que son personas que espero seguir viendo toda mi vida.

¿La experiencia ha sido tal y como se imaginaba?

No lo sé, creo que al final es diferente a cómo te la imaginas. Tienes una idea de lo que te van mencionando en la carrera, pero hasta que no lo vives no te das cuentas de lo que es. Hasta que no te enfrentas a ver personas ves que todo es como más difuso que en la teoría. En la teoría todo parece muy compartimentalizado y más simple, y después todo es una maraña de incertidumbre y hay muchas maneras de hacer las cosas. Hasta que no empiezas a hablar con pacientes no te das cuenta del trato humano, de cómo se agobian por lo que les pasa, de cómo enseñarles a transmitirles tranquilidad o acompañarlos sobre todo cuando lo está pasando mal y sufren por su salud.

¿Le ha enamorado la especialidad?

La verdad es que sí. Me empecé a enamorar más los últimos años, en tercer y cuarto de residencia, que empiezas a conocer más o al menos crees que sabes más. Empiezas a sentir que de verdad estás ayudando a la gente. Te viene la gente, en mi caso, con problemas de la piel y de ahí puedes llegar a descubrir importantes problemas de salud. Estoy muy contento.


"Me empecé a enamorar más de Dermatología los últimos años. Empiezas a sentir que de verdad estás ayudando a la gente"



¿Qué ha sido lo mejor y lo peor?

Lo mejor de la residencia han sido mis compañeros, los residentes y adjuntos que he conocido en mi Servicio. Son de lo mejor y ahora que no estoy en Madrid los echo de menos porque son personas con las que he hecho mucha piña a lo largo de mis años de residencia y era como una pequeña familia para mí. Me da mucha pena no seguir con ellos.

Y lo peor de la residencia ha sido la sobrecarga de trabajo que a veces tenemos. No conozco la situación de toda España, me imagino que en todas partes y especialidades está igual, pero lo peor es sentir que todo está muy sobrecargado y que te desmotiva. Da la sensación que estás achicando agua y se sigue llenando por todas partes.

¿Es su primer contrato el de Can Misses una vez finalizada la residencia?

Sí, yo acabé en septiembre y no sabía muy bien que iba a hacer. Quería buscar algún sitio donde pudiese desarrollar las partes que más me gustan de Dermatología. En el Gregorio Marañón no había por desgracia esa posibilidad y decidí darme un tiempo a ver si encontraba algo que de verdad me motivase.

Estuve mirando primero en hospitales grandes de Madrid, que son muy buenos pero no siempre hay hueco, especialmente para alguien que acaba de terminar la residencia. Miré en la periferia de Madrid, pero no me llegó a enamorar. Lo que más me gustó fue Talavera e Ibiza, que pregunté de casualidad porque a un amigo mío le había gustado. Aquí me atendió el jefe del Servicio, Andrés Palacios, y él y todos los del hospital me parecieron encantadores. Me ofrecieron llevar una consulta de patología autoinmune, que es una de las partes que más me gusta, y acepté.

¿Le ofrecieron continuar en el Gregorio Marañón?

Sí porque había dos adjuntas que estaban de baja. Podía cubrir una de ellas en un contrato al cargo de una consulta un poco sobrecargada. En el Gregorio Marañón son consultas de 33 pacientes y no era una de las áreas que más me gustaba, por eso decidí buscar otra salida que me motivase más, ya que podía comparar.

¿Cuáles son sus principales áreas de interés?

Me gustan mucho patología autoinmune y oncología de piel. Soy un especialista un poco raro en Dermatología porque me gusta mucho la patología compleja y sistémica, es decir, la patología hospitalaria. Mi sueño era quedarme cien por cien en el hospital, que si quieres lo puedes conseguir, porque hacen falta en la sanidad pública.

¿Qué partes de la Dermatología son las que menos le gustan?

Las partes dirigidas más hacia la estética. El eczema tampoco es algo que controle mucho y operar no se me da muy bien, pero ya iré aprendiendo.

¿Se llegó a plantear salir al extranjero?

Lo he llegado a valorar. En la residencia roté en el extranjero durante dos meses en Austria, que me pareció increíble, salvo por el idioma. En los países germanos hay hospitales y Servicios de Dermatología muy grandes. Tienen muchas camas a su cargo y llevan otras áreas como Alergología, varices y venas, además de ser punteros en Oncología. También me interesó que un compañero residente fue a Francia, le gustó y el francés lo domino más.


"Antes, con 33 pacientes por consulta, tenía la sensación de que cometía errores, te olvidas de cosas o después piensas que podrías haber hecho o mirado una cosa"



¿Por qué motivos decidió incorporarse al Hospital Can Misses?

Al principio fue un poco de casualidad. Pensé que si no salgo de Madrid ahora que tengo 29 años, luego si estás más arraigado no sales. Me gustaron mucho las condiciones. Las consultas son de 24 pacientes en lugar de 33, lo que te permite más tiempo por paciente. Antes, con 33 pacientes tenía la sensación de que cometía errores, te olvidas de cosas o después piensas que podrías haber hecho una cosa, pedir o mirar otra.

Tanto en Castilla-La Mancha como en Baleares se cobra un poco más. Sería hipócrita por mi parte si te dijera que eso no me ha influido en parte. Además, aquí tienen una jornada semanal de 35 horas, , a diferencia de las 37,5 horas en Madrid.

¿Han influido los incentivos para plazas de muy difícil cobertura?

No me ha influido tanto. Principalmente era porque podía subespecializarme en las partes que más me gustan sin perder el contacto con la Dermatología en general. Somos seis especialistas y tienes que ver de todo, no solo la parte que te gusta, por lo que es estimulante no desconectar de ciertas áreas. No te niego que si encima te pagan un poco mejor, al final es un trabajo y tienes que vivir de ello.

¿Le han ayudado a encontrar vivienda?

Hace un año crearon la figura de coordinadora de vivienda, ya que uno de los principales problemas es encontrar una. Esta coordinadora pone en contacto propietarios que quieren alquilar con personas que vienen a trabajar todo el año. Esta figura te ayuda a encontrar vivienda a un precio decente y yo lo hice a través de ella. Estoy contento.

¿Le influyó el ir a trabajar a una comunidad bilingüe?

Fue algo que pregunté, para ver si los pacientes hablaban catalán en general. Me explicaron que a día de hoy no es un requisito imprescindible. Los pacientes hablan indistintamente en catalán o castellano, les comento que acabo de llegar a Madrid y todos se muestran muy amables y me hablan en castellano.

¿Qué planes profesionales tiene a medio plazo?

De momento me voy a quedar aquí, mínimo un año. No tengo prácticamente planes a medio o largo plazo, ya veré lo que me depara la vida. No me parece mal sitio para quedarme a trabajar. Es un sitio agradable, el edificio es bastante nuevo, las personas son agradables y la población es tranquila. No es como en Madrid que todo va muy rápido y acelerado. Además, estoy cerca del hospital y es calidad de vida.
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