Sebastián Celaya, quien fue consejero de Sanidad durante el año 2017.
El
Gobierno de Aragón ha pagado un total de casi
200 millones de euros en complementos salariales de manera irregular durante el año 2017 a miles de funcionarios de distintos departamentos. Del total,
Sanidad se lleva la mayor parte, dado que del total
49 millones de euros fueron destinados a personal estatuario de los Servicios de Salud, según revela la
Cámara de Cuentas de Aragón en
un informe.
Esta situación se debe, según el citado documento, a que el Gobierno aragonés hizo este reparto retributivo a través de “
simples acuerdos de mesas sectoriales, convenios, acuerdos del Gobierno de Aragón, resoluciones o instrucciones de los órganos directivos de la Administración o de los organismos autónomos”.
Estos complementos, que
“no están amparados en normas de rango legal o reglamentario”, se han abonado de esta forma de reiterativa durante más años anteriores, de modo que
la Comunidad “sigue presentando graves desequilibrios patrimoniales”.
Otros departamentos donde se han producido estos pagos han sido en la
Administración General, por 13 millones de euros; en la
Administración de Justicia por 7 millones, y a
personal docente no universitario por 42 millones de euros.
Irregularidades con las horas extra
Asimismo, la Cámara de Cuentas ha detectado el pago de un importe de
5 millones de euros en concepto “prolongación y exceso de jornada” cuando ni siquiera existe un mecanismo de control de fichaje que permitiera comprobar la realización o no de estas horas complementarias.
De este modo, el informe denuncia que
“el Salud no tenía implantados en 2017 mecanismos de control horario para el personal sanitario” y así medir la cantidad de horas extra. “No podía verificarse con las debidas garantías el cumplimiento de la jornada ordinario por los empleados ni, en consecuencia, el derecho a la percepción de los citados complementos salariales”, señala el documento.
Estas no son las únicas irregularidades destacas en el informe, que también revela que la mayor parte de los
“complementos de productividad” otorgados por el Servicio Aragonés de Salud, y por una cantidad total de
104 millones de euros, no se abonaron por este concepto, sino que se pagó como parte del salario fijo sin contrastar si efectivamente el beneficiario percibía estas cantidades por una mayor productividad.
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