Los profesionales de las unidades de
análisis clínicos gestionan a diario numerosas muestras de pacientes, una labor que comporta una dada desdeñable carga de trabajo. Basta un ejemplo: en el
Hospital Universitario de Jerez de la Frontera son entre 4.000 y 5.000 las muestras con las que se trabaja al día. Para optimizar esa tarea, evitar errores y facilitar la gestión futura de las pruebas clínicas, este centro cuenta con un
sistema de mejora preanalítica gracias a la implantación de tecnología avanzada en el proceso.
La
Jornada ‘Hospital Innovador’ centrada en las instalaciones jerezanas ha servido para abordar la mejora preanalítica con tecnología avanzada con una conferencia de
Alba Treceño Villalba, residente de la Unidad de Gestión Clínica de Análisis Clínicos del Área de Gestión Sanitaria de Jerez, Costa Noroeste y Sierra de Cádiz. La cita, coorganizada por
Redacción Médica y la Sociedad Española de Directivos de la Salud (
SEDISA), se ha celebrado bajo el patrocinio de
Boehringer Ingelheim.
Así funciona la tecnología avanzada en preanalítica
El proyecto de optimización de análisis clínicos del Hospital de Jerez se basa en un
registro electrónico de los contenedores y tubos de muestras de los pacientes, de cara a que esa información pueda transmitirse de manera virtual a otros centros mediante un sistema de
radiofrecuencias.
Alba Treceño Villalba, residente de la Unidad de Gestión Clínica de Análisis Clínicos del Área de Gestión Sanitaria de Jerez, Costa Noroeste y Sierra de Cádiz.
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El modelo parte de las habituales gradillas en las que se insertan los tubos que contienen las muestras, a las que se inserta una
tarjeta de memoria 4K compatible con esa tecnología de transmisión de datos. Además, las gradillas cuentan con una carcasa que protegen los tubos de
radiaciones ultravioleta en un 99 por ciento.
Por otro lado, el soporte sobre el que se colocan las gradillas tienen unos sensores de posición que detectan dónde se hallan los tubos y marcadores LED para iluminar las muestras que interesen para la
práctica clínica.
Con un lector se escanea el etiquetado de cada tubo y, a través de un
software, las señales electrónicas que detecta se transforman en información digital que va a parar a los sistemas informáticos del
laboratorio central de los hospitales. Es ahí donde, desde el puesto máster, se clasifican las muestras, se almacenan y, por último, se crean redes de interconexión entre distintos sistemas o puestos.
El proyecto, en definitiva, permite hacer un
seguimiento preanalítico completo, desde la toma de la muestra, pasando por su clasificación -o sorting-, el transporte y la recepción, pero también conociendo en todo momento dónde se encuentra cada muestra y en qué condiciones. El equipo implantado en el Hospital de Jerez gestiona el protocolo de muestras de
30 centros de salud y siete rutas de transporte.
Mejor trazabilidad de datos sanitarios
Uno de los principales logros de la iniciativa es el aumento del control de la trazabilidad. “Permite detectar errores de manera precoz, aumentado la calidad de las muestras trabajadas y la
seguridad de los datos obtenidos de los pacientes”, según Treceño.
Por otro lado, se ha conseguido optimizar los recursos en el
área de extracción, dado que se ha eliminado la carga en el flujo y el protocolo de trabajo al reemplazar la revisión de peticiones manuales por el nuevo sistema tecnológico.
Además, esa misma eficiencia se nota en el tratamiento de los análisis de datos que ofrece este sistema. No en vano, permite obtener información con la que mejorar la
gestión de las rutas preanalíticas. En esa línea, la tecnología avanzada facilita las interconexiones de estaciones y la expansión del alcance en el almacenamiento de muestras.
Treceño pronuncia su conferencia sobre el proyecto de mejora preanalítica con tecnología avanzada.
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