Redacción. Málaga
La responsable de Salud Laboral del la Federación de Sanidad y sectores Sociosanitarios de Comisiones Obreras en Andalucía (FSS-CCOO) ha denunciado que las modificaciones en las condiciones laborales del personal perteneciente al Servicio Andaluz de Salud (SAS) están propiciando un incremento de los riesgos psicosociales, por lo que ha solicitado que se realice una evaluación entre los miembros de su plantilla.
La secretaria de Salud Laboral de FSS-CCOO Andalucía, Rosa María Martín, ha denunciado una mayor exposición de los trabajadores a factores de riesgo psicosocial como consecuencia de los cambios propiciados por los recortes. “Tienen consecuencias importantes para las relaciones laborales, así como para la propia salud de los trabajadores y trabajadoras”, ha señalado.
Una distribución irregular de la jornada laboral, al igual que jornadas de trabajo excesivamente largas, asegura Martín, incrementan la fatiga, los accidentes, los trastornos del sueño, los desequilibrios de tipo social y familiar (ansiedad, insomnio, alteraciones nerviosas, problemas circulatorios y de piel, aumento de las adicciones e irritabilidad) y el riesgo de enfermedades cardiovasculares, que se multiplica por dos.
“No debemos olvidar que solo hay un técnico especializado en ergonomía y en riesgo psicosocial en cada provincia para un colectivo de más de 90.000 trabajadores y trabajadoras, de forma que difícilmente van a poder abordar en condiciones las demandas de una plantilla que no tiene realizada la evaluación psicosocial”, afirma la dirigente sindical, que viene pidiendo al SAS de forma reiterada que convoque la Mesa Técnica de Salud Laboral.
Además, Martín mantiene que la aplicación no negociada del incremento de jornada ha provocado la aparición de determinados turnos “a la carta” sumamente irregulares, la imposición de la movilidad geográfica y/o funcional para un buen número de profesionales y una significativa pérdida retributiva adicional ocasionada por los recortes en la jornada complementaria, lo que trae consigo un incremento de los riesgos psicosociales, que deben ser evaluados por la Administración sanitaria.
“Se han aplicado recortes y modificaciones unilaterales de condiciones de trabajo incluso a colectivos vulnerables como el de eventuales estructurales (al que se ha reducido su salario y su jornada un 25% sin reducirles por igual sus cargas de trabajo), al Personal Residente en Formación, así como a gran número de trabajadores y trabajadoras con sus puestos de trabajo adaptados, cuya salud se ha puesto en riesgo debido a que el SAS no ha previsto una readaptación antes de aplicar el incremento de la jornada laboral”, ha añadido.