Los pediatras defienden su deber de protección al menor.
Este martes se conocía la declaración en la Audiencia de Sevilla de la
pediatra acusada de un delito de falsedad y otro de simulación de delito por "inventarse" un abuso sexual a una joven de 14 años, unos hechos por los que el fiscal pide
tres años y un mes de cárcel. La noticia, compartida en redes sociales, ha indignado al colectivo médico y acumula repercusiones.
La información ha sido compartida en
su perfil en Twitter por la divulgadora Lucía Galán, que se preguntaba qué pasará ahora; "¿Quieren que se lo cuente? Que quizá el
miedo haga que los pediatras notifiquen menos las sospechas de abuso sexual. Esto es dramático. Ante la duda, debemos notificar. Siempre. Todo mi apoyo a nuestra compañera", escribía en un primer mensaje acompañado del
hashtag #YoHabríaActuadoIgual -los últimos 500 tuits con este
hashtag han llegado a generar 538.000 impactos según la aplicación
Tweetbinder-. Además pide ayuda al conocido
pianista James Rhodes, víctima de abusos cuando era un niño, quien se manifestó más tarde con un "absolutamente" a la alusión a lo vergonzoso del hecho.
"No juzgamos pero sí notificamos. Nos han formado para detectar posibles abusos sexuales. Es nuestra obligación profesional y moral"
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Galán insiste en la gravedad y penosidad de esta petición de cárcel para la facultativa. "Los pediatras estamos para velar por la infancia, por nuestros niños. He visto niñas y niños víctimas de abuso en África y lo único que mantenía mi esperanza era la posibilidad de denunciarlo. Y en España ¿somos nosotros los juzgados? Alcemos la voz. Los niños son intocables. Nosotros
somos pediatras. No juzgamos pero sí notificamos. Nos han formado para detectar posibles abusos sexuales. Es
nuestra obligación profesional y moral hacerlo. No os podéis imaginar el daño que esto genera", expone 'Lucía, mi pediatra'.
Para exponer su opinión, pregunta quién pierde si el pediatra "preso del miedo a ser juzgado deja de notificar", y ella misma responde que "pierden los niños, los de siempre. ¡Ya está bien!", añade indignada, recordando que "ante la duda, debemos notificar siempre.
Los pediatras coinciden: "Me parece dramático"
En la misma línea se ha
manifestado el pediatra Alberto García Salido, quien también ha
compartido la noticia publicada en su perfil con el texto "que una pediatra pueda ir a la cárcel por haber puesto en marcha el protocolo de sospecha de abuso sexual
me parece dramático", y se preguntaba, al igual que Lucía Galán, "¿Qué hacemos a partir de ahora? ¿No activarlo por miedo a que los padres o los cuidadores nos denuncien si erramos?". Concluye ofreciendo "todo mi apoyo para la compañera".
Esta petición de cárcel para la pediatra ha hecho que numerosos compañeros y sociedades de Pediatría se hayan manifestado en favor de actuar
activando el protocolo ante la más mínima duda de que pueda haber delito contra los menores. Entre ellos, la Sociedad de Pediatría de Madrid y Castilla-La Mancha o el presidente y expresidente de la
Organización Médica Colegial (OMC). El primero criticaba que "los escenarios jurídicos que no protegen el ejercicio médico responsable
favorecen la mala praxis", mientras que el
segundo reiteraba que "como apunta muy bien Lucía no nos callemos y
sigamos haciendo lo que debemos hacer. Otros profesionales deberían preguntarse si conocen bien y con detalle aquello que juzgan así como las consecuencias que puede tener el no hacerlo".
"Que un pediatra pueda ir a la cárcel por haber puesto en marcha el protocolo de sospecha de abuso sexual me parece dramático"
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Los profesionales se muestran indignados ante lo que consideran una clara limitación de su deber de informar ante cualquier sospecha, y hay quien recuerda un caso similar de otra compañera hace poco más de un año, por el que los medios "se cebaron con ella, incluso
antes de que se celebrara el juicio", publicando incluso sus datos y facilitando un linchamiento público.
Un caso de 2015 que puede costar tres años de cárcel
En este caso actual, la pediatra está encausada por un caso en el que examinó en solitario a la joven en marzo de 2015 por un
herpes tipo 2 que se transmite "por contagio sexual". Lo hizo también en solitario con la madre de la adolescente, quien "decía que
no había tenido nunca ninguna relación y que nadie la iba a creer", según declaración de la pediatra, que defiende que nunca insinuó que había sido el padre.
El fiscal pide ahora para ella
tres años y un mes de cárcel, aunque en su informe defintivo ha expresado su apoyo a que, en caso de ser declarada culpable,
se le conceda un indulto parcial porque la condena establecida en el Código Penal le parece "desproporcionada".
Ya en mayo de 2018 las
sociedades científicas de Pediatría apoyaron públicamente a la médica por medio de un comunicado, defendiendo que se había protegido el interés de la paciente por encima de cualquier consideración.
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