MADRID, 20 (EUROPA PRESS)
Un estudio publicado en la revista 'Journal of General Virology' ha mostrado que la curcumina puede prevenir que el virus de la gastroenteritis transmisible (TGEV), un coronavirus de grupo alfa que infecta a los cerdos, infecte las células. En dosis más altas, se encontró que el compuesto también mata las partículas del virus.
La infección con el TGEV causa una enfermedad llamada gastroenteritis transmisible en los lechones, que se caracteriza por la diarrea, la deshidratación grave y la muerte. El TGEV es altamente infeccioso y es invariablemente fatal en lechones menores de dos semanas, lo que supone una gran amenaza para la industria porcina mundial. Actualmente no hay tratamientos aprobados para los coronavirus alfa y, aunque existe una vacuna para el TGEV, no es eficaz para prevenir la propagación del virus.
Para determinar las posibles propiedades antivirales de la curcumina, el equipo de investigación trató células experimentales con varias concentraciones del compuesto, antes de intentar infectarlas con el TGEV. Descubrieron que concentraciones más altas de curcumina reducían el número de partículas del virus en el cultivo celular.
La investigación sugiere que la curcumina afecta al TGEV de varias maneras: matando directamente al virus antes de que sea capaz de infectar la célula, integrándose con la envoltura viral para "inactivar" el virus, y alterando el metabolismo de las células para evitar la entrada del virus.
"La curcumina tiene un importante efecto inhibidor en el paso de adsorción del TGEV y un cierto efecto de inactivación directa, lo que sugiere que la curcumina tiene un gran potencial en la prevención de la infección del TGEV", explica Lilan Xie, autor principal del estudio e investigador del Instituto de Bioingeniería de Wuhan (China).
Se ha demostrado que la curcumina inhibe la replicación de algunos tipos de virus, incluyendo el virus del dengue, la hepatitis B y el virus Zika. También se ha comprobado que el compuesto tiene varios efectos biológicos importantes, como actividades antitumorales, antiinflamatorias y antibacterianas. La curcumina fue elegida para esta investigación debido a sus bajos efectos secundarios, según Xie.
Los investigadores esperan ahora continuar sus investigaciones 'in vivo', utilizando un modelo animal para evaluar si las propiedades inhibidoras de la curcumina se verían en un sistema más complejo. "Se necesitarán más estudios para evaluar el efecto inhibidor in vivo y explorar los posibles mecanismos de la curcumina contra el TGEV, lo que sentará las bases para la comprensión global de los mecanismos antivirales y la aplicación de la curcumina", concluye Xie.