MADRID, 11 (EUROPA PRESS)
La pandemia de gripe española de 1918 es un ejemplo de lo que el futuro puede deparar al COVID-19, según un investigador de la Universidad Estatal de Michigan (Estados Unidos).
Tras una década estudiando esta pandemia, , Siddharth Chandra, profesor del James Madison College de la Universidad Estatal de Michigan, vio cómo su investigación cobraba vida al observar la propagación de la pandemia de COVID-19. "Fue tan surrealista. De repente, estaba viviendo mi investigación", explica.
Utilizando los datos de infección y mortalidad por gripe en Michigan entre 1918 y 1920, Chandra identificó cuatro olas distintas. El primer gran pico se produjo en marzo de 1918. "Tras un segundo pico de casos en octubre de 1918, el gobernador instituyó una prohibición estatal de las reuniones públicas. Muy parecido a las restricciones que se pusieron en marcha durante la pandemia de COVID-19", explica Chandra, cuyo estudio se ha publicado en la revista 'American Journal of Public Health'.
Después de tres semanas, el número de casos disminuyó y se levantó la prohibición, lo que llevó a otro pico en diciembre de 1918. "La prohibición no detuvo la propagación de la gripe. Solo retrasó el pico de casos", argumenta.
Chandra trazó un mapa de los datos que mostraban los picos de casos de octubre de 1918 y diciembre de 1918 y realizó un seguimiento del crecimiento de los casos del virus de la gripe por condados a lo largo del tiempo. En octubre, los condados del sur del estado y de las cercanías del estrecho de Mackinac registraron las cifras más elevadas, pero en diciembre el mayor número de casos se registró en el centro del estado.
El dato más sorprendente llegó 18 meses después, en febrero de 1920, cuando una explosión de casos en todo el estado creó un pico masivo incluso mayor que el de octubre de 1918. Para Chandra, se trata de una conjetura sobre las razones de este aumento tardío.
"Suponiendo que sea el mismo virus de la gripe, la Primera Guerra Mundial terminó en 1918 y los hombres volvían a casa con sus familias. Teníamos un agente móvil que llevaba el virus a casa para infectar a los miembros de la familia, lo que explicaría el aumento de casos entre los niños y los ancianos", señala.
Desgraciadamente, no hay forma de confirmarlo, señala Chandra. "Necesitaríamos muestras de pacientes en 1920 de todo el estado. Luego, tendríamos que compararlas con las muestras de los pacientes de 1918 de todo el estado, y no es probable que eso ocurra", añade.
El clima también puede haber sido un factor, ya que las temperaturas frescas con baja humedad probablemente proporcionaron las condiciones óptimas para que el virus viviera y se propagara. Otro factor que influyó fue la ausencia de una vacuna: "En 1918, no había esperanza de una vacuna. En 2021, tenemos una vacuna disponible".
Una de las ideas clave de la pandemia de 1918 que puede avanzar la respuesta de salud pública a la pandemia de COVID-19 de 2020 es el número de personas susceptibles al virus. Lo que significa que es posible que se produzca un pico como el de febrero de 1920 a finales de 2021 o principios de 2022.
"Muchas personas seguirán siendo susceptibles hasta que se vacunen. Todavía pueden ocurrir cosas malas dentro de uno o dos años, incluso si vemos una disminución en el número de casos ahora. Todavía tenemos más de 200 millones de personas caminando por ahí que son susceptibles al virus, incluyéndome a mí", concluye Chandra.