MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
El Sistema Español de Verificación y Autenticación de Medicamentos (SEVEM) ha realizado casi 2.200 millones de operaciones, 1.300 millones de verificaciones y 900 millones de dispensaciones desde su puesta en marcha en febrero de 2019 a través de la red de 22.102 farmacias españolas y su herramienta Nodofarma Verificación.
Así lo ha especificado el presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF), Jesús Aguilar, durante la jornada 'Serialización de medicamentos: 2 años de experiencia', en la que distintos agentes del sector, desde la industria, la distribución, la farmacia comunitaria y la farmacia hospitalaria, han analizado el trabajo desarrollado por SEVEM en sus dos años de funcionamiento.
"Estos datos permiten valorar el éxito que ha supuesto su desarrollo e implantación, cumpliendo todos los plazos y requisitos establecidos por la Unión Europea, así como su eficacia a la hora de evitar el riesgo potencial de entrada de medicamentos falsificados en la cadena legal de suministro y dispensación", ha destacado Aguilar.
El presidente de los farmacéuticos ha expresado su "orgullo" por la profesión. "Llevamos un año duro y complicado personal y profesionalmente. El cansancio y la fatiga empiezan a hacer mella. Sin embargo, os digo que esta pandemia ha permitido que la sociedad, las administraciones y los poderes públicos vean todo lo que hacemos y todo lo que podemos hacer", ha defendido.
La directora de SEVEM, María Ángeles Figuerola Santos, ha resaltado que "la totalidad" de los laboratorios farmacéuticos ya están conectados a este sistema. Sin embargo, ha lamentado que, "por desgracia", no se puede decir lo mismo de los hospitales.
A fecha del inicio del sistema, en febrero de 2019, había 100 conectados, en febrero de 2020 eran 178 y en la actualidad son 199. "La totalidad de los hospitales privados están conectados a SEVEM pero todavía quedan por conectarse los públicos. Estamos trabajando en ello con la administración", ha señalado.
Según ha expuesto, el "principal motivo" de que aún muchos de estos centros públicos no estén en SEVEM es que "se tomó la decisión de que no se conectaran directamente sino que se utilizará otro nodo". "El trabajo en ese nodo empezó mucho más tarde que el resto de agentes. Esto hace que vayan con retraso", ha esgrimido.
En cuanto a las oficinas de farmacia, Figuerola ha apuntado que su progresión "ha sido similar al del resto de agentes". En estos momentos hay 21.900 farmacias registradas, aunque se produjo una "bajada" durante los meses más duros de la pandemia de COVID-19, desde 19.350 farmacias que estaban desactivando códigos de productos frente a 19.150 ahora.
"Algunas farmacias tuvieron que cerrar durante un tiempo pero ya se han ido recuperando y vuelven a estar activas la mayoría. Estamos recuperando ese porcentaje normal. Tenemos aproximadamente un 10 por ciento de farmacias que no están desactivando códigos habitualmente. Yo creo que relacionado con cambios de titulares de farmacia, por ejemplo. Pero podemos estar muy satisfechos de cómo se están comportando los agentes del sector farmacéutico", ha remachado.
Preguntada acerca de si las vacunas contra la COVID-19 también se someten a este sistema de verificación, Figuerola ha apuntado que "en la mayoría de los casos sí". "Hay algunas excepciones, para no retrasar la disponibilidad de las vacunas algunos lotes han venido sin serializar. Pero esas vacunas tienen un canal de distribución muy específico. Vienen directamente del laboratorio y se distribuyen al centro a vacunar. En ese camino no hay riesgo de falsificación", ha reivindicado.
SEVEM, aprobado por normativa europea para prevenir la entrada de medicamentos falsificados en la cadena de suministro legal, entró en vigor oficialmente el sábado 9 de febrero de 2019 en las más de 22.000 farmacias españolas.
Este mecanismo de seguridad consiste en la incorporación en el envase de los medicamentos de dos dispositivos: un identificador único o código bidimensional 'Datamatrix', que identifica individualmente el envase, y un dispositivo contra manipulaciones en el embalaje exterior, que puede ser un sello o un precinto que permita verificar visualmente si el envase del medicamento ha sido manipulado o no.
Estos dispositivos de seguridad presentes en el envase de los medicamentos tienen que ser verificados y autenticados en la oficina de farmacia por parte del farmacéutico en el momento de la dispensación. Para ello, se escanea el código de cada envase y se conecta al repositorio nacional, que estará sincronizado con la plataforma europea, para confirmar que el producto que llega al paciente es el mismo que salió de la planta de producción farmacéutica.