MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
Un tipo de mosquito que transmite malaria se ha detectado por primera vez en Etiopía, según ha concluido un estudio dirigido por un investigador de la Universidad de Baylor (Estados Unidos). El descubrimiento tiene implicaciones que podrían poner a más personas en riesgo de contraer malaria en nuevas regiones de África.
El mosquito, 'Anopheles stephensi', normalmente se encuentra en Oriente Medio, el subcontinente indio y China. Las investigaciones anteriores muestran que más del 68 por ciento de la población de Etiopía está en riesgo de contraer malaria, con un promedio de 2,5 millones de casos reportados anualmente, según el Informe Mundial sobre la Malaria de 2017.
"Desde el punto de vista de la salud pública, las poblaciones de mosquitos están aumentando donde antes eran escasas. Si portan malaria, podemos ver una emergencia de malaria en nuevas regiones", asegura la investigadora Tamar Carter, quien ha dirigido el trabajo de laboratorio y el análisis genético que condujo a la identificación de la especie.
Según la Organización Mundial de la Salud, solo ciertas especies de mosquitos del género Anopheles, y solo las hembras de esas especies transmiten la malaria. Se necesitan más estudios para determinar cómo de efectivo es el 'Anopheles stephensi' en el suministro de un parásito unicelular que puede desencadenar diferentes formas de malaria, según el artículo, publicado en la revista 'Acta Tropica'.
"Necesitamos investigar cómo llegaron los 'Anopheles stephensi' a Etiopía y otras partes del Cuerno de África. La pregunta que me interesa especialmente es es una introducción relativamente reciente o algo que ha estado pasando sin que nos dieramos cuenta. Aclarar esto ayudará a mejorar el control de mosquitos en Etiopía", detalla la investigadora.
"Planeamos utilizar técnicas genómicas para estudiar la historia de Anopheles stephensi en Etiopía. Se necesita más investigación sobre el comportamiento de alimentación y reproducción de los Anopheles stephensi etíopes, y qué tan bien responde a los insecticidas, para determinar las mejores maneras de controlar la población de mosquitos.
Para la realización del estudio, a lo largo de noviembre y diciembre de 2016, investigadores de la Universidad de Jigjiga (Etiopía), liderados por el coautor Solomon Yared, recolectaron larvas de mosquitos y pupas de reservorios de agua en Kebri Dehar, una ciudad del este de Etiopía con una población de 1,3 millones de habitantes situada en el estado regional somalí. Estas larvas fueron criadas hasta la edad adulta. La revisión posterior de los datos morfológicos confirmó los hallazgos del análisis genético.
Según el estudio, los niveles más altos de transmisión de la malaria se observan en las tierras bajas del norte, oeste y este de Etiopía. La transmisión de la malaria exhibe un patrón estacional e inestable, que varía con la altitud y las precipitaciones. El artículo afirma además que, como la migración de personas en busca de tierras fértiles para la producción de cultivos y la cría de ganado se produce a lo largo de la cuenca del río, el contagio de malaria puede continuar aumentando dentro y fuera de la región.
En las tierras bajas del este, como Afar y el Estado regional somalí de Etiopía, la malaria es endémica a lo largo de los ríos, donde se practican actividades de riego a pequeña escala con fines agrícolas. Hasta la fecha, se han documentado 44 especies y subespecies de estos mosquitos en Etiopía, siendo el tipo de malaria predominante 'Anopheles arabiensis'.