Enrique Pita / Imagen: Miguel Ángel Escobar. Madrid
El debate sobre la financiación del sistema sanitario ha hecho presencia en la presentación del libro ‘Iniciativas de evaluación y coste-efectividad en Radiología’ presentado por la Fundación Signo, la Sociedad Española de Radiología Médica (Seram) y Philips. Esta iniciativa trata de aportar luz, y presenta evaluaciones de coste-efectividad hechas por profesionales, que aportan sus experiencias para que el Sistema Nacional de Salud gane sostenibilidad.
De izquierda a derecha: Luis Martí-Bonmatí, director del Área de Imagen Médica del Hospital Universitario y Politécnico La Fe de Valencia; Ginés Madrid, patrono de la Fundación Sgino y miembro de la Junta Directiva de Seram; Isabel González, del Hospital Universitario de San Juan; Elena Miravalles, presidenta de la Fundación Signo; Ignacio Ayerdi, patrono de la Fundación Signo; Juan Sanabria, presidente de Philips Healthcare, y Eduardo Fraile, expresidente de Seram.
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Ignacio Ayerdi, patrono de la Fundación Signo, ha lamentado “el run run” que achaca a la tecnología buena parte de la culpa de este problema de financiación. Así, Ayerdi ha apuntado que la teoría de que “ha habido un derroche en la inversión en tecnología sanitaria y que si se controla, se soluciona el problema de la financiación del sistema es falsa”. En este sentido, Juan Sanabria, presidente de Philips, ha apuntado que la inversión en tecnología para diagnóstico por imagen ha caído “drásticamente” en los últimos años.
El gasto sanitario per cápita en 2013 ha sido de 1.750 euros, ha asegurado Ayerdi, que ha señalado que apenas un euro per cápita se dedica a inversión en tecnología. Así, ha apuntado que “si no se invirtiera en tecnología en los próximos diez años el ahorro, si el resto de cosas se siguieran haciendo igual, apenas llegaría al 1 por ciento”. En realidad el gasto en estos equipos “no tiene un gran impacto presupuestario” y sin embargo “pueden mejorar la eficacia del sistema”, ha señalado Sanabria.
“La tecnología ha contribuido de forma indiscutible a mejorar la calidad asistencial”, ha señalado Sanabria, que ha reivindicado la tecnología sanitaria como parte de la solución, pero no del problema. En este sentido, Ayerdi ha señalado que la industria “está deseando” colaborar con las administraciones para hacer más sostenible el sistema.
Por su parte, Isabel González, del Servicio de Radiología del Hospital Universitario San Juan de Alicante, se ha preguntado si realmente se estudia el coste-efectividad de la tecnología y ha señalado que habría que justificar si la inversión a realizar tiene sentido. Así, ha apuntado que “se puede innovar sin necesidad de incorporar nuevas tecnologías, sino en procesos”, y ha apostado por poner la tecnología al servicio del paciente, incorporando a este a la toma de decisiones. En este sentido, Luis Martí-Bonmatí, director del Área de Imagen Médica del Hospital Universitario y Politécnico La Fe, ha señalado la necesidad de ajustar la tecnología y los recursos de los centros y de los servicios de radiología a la demanda de los pacientes, y ha coincidido en la necesidad de mejorar la comunicación con el resto de servicios de los hospitales.
Mantenimiento de la tecnología
Otro de los aspectos que han aparecido en el debate ha sido la necesidad de un buen mantenimiento de los equipos como fórmula de aportar eficacia y sostenibilidad económica. En este sentido, Ayerdi ha asegurado que es “muy peligroso” externalizar el mantenimiento a empresas generalistas, dejando de lado al fabricante. “Lo más costoso de una tecnología no es su adquisición, sino su no uso”, y ha señalado que existe una gran diferencia en el tiempo de respuesta ante una incidencia si el mantenimiento lo lleva a cabo la empresa fabricante o un proveedor generalista. Así, en opinión del patrono de la Fundación Signo, “hay una visión cortoplacista, y ni económicamente ni desde el punto de vista de la seguridad del paciente es eficiente”.
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