El precio de esta herramienta quirúrgica ronda los dos millones de euros

"La evidencia actual no justifica la inversión en el robot Da Vinci"
Un equipo de cirujanos utilizando el robot Da Vinci.


14 nov. 2018 13:00H
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POR BORJA NEGRETE
La cirugía robótica tiene entre sus máximos exponentes en la actualidad al robot Da Vinci, una herramienta cuyo precio ronda los dos millones de euros. Sin embargo, ¿está justificada la inversión sanitaria en este dispositivo? Por el momento, los especialistas en evaluación de tecnología sanitaria ponen en duda el coste-eficiencia de esta herramienta. 

Iñaki Gutiérrez-Ibarluzea, técnico del Servicio de Evaluación de Tecnologías Sanitarias de País Vasco (Osteba), ha explicado a Redacción Médica que "la evidencia actual no justifica la inversión en este robot". Según este especialista, la laparoscopia ha demostrado en diversos informes resultados equivalentes o mejores en cirugías ginecológicas o de próstata. "Algunos estudios han levantado controversia al no recomendar la adquisición de este dispositivo ante la eficiencia demostrada". 


La laparoscopia ha demostrado resultados iguales o superiores en cirugía ginecológica o de próstata, según varios estudios


Incluso en Estados Unidos, que tiene el "mayor parque robótico del mundo, hay proveedores de salud que han valorado desinvertir en estas tecnologías. El problema con el que se han enfrentado es que allí pocos profesionales se forman ya en laparoscopia". Gutiérrez-Ibarluzea lamenta que a veces las recomendaciones de los especialistas no sean tenidas en cuenta por quienes toman las decisiones y pone el ejemplo de Australia, donde "se realizó un informe negativo sobre la cirugía robótica y aún así se compraron dispositivos". 

Este técnico considera que en España se ha adquirido un número de excesivo de robots dada la eficiencia que hay demostrada. "Aquí el parque robótico es superior al de otros países con más PIB".

Medición de resultados, el peaje necesario


La medición de resultados en una fase necesaria por la que deben pasar las nuevas tecnologías sanitarias. Así lo defiende Gutiérrez-Ibarluzea: "En la toma de decisiones sobre una herramienta sanitaria hay que medir su viabilidad económica y los resultados en salud". 

No solo eso, este evaluador también afirma que es necesario contabilizar las "consecuencias organizativas que tiene la aplicación de una nueva herramienta y su coste de capacidad". En este sentido, señala que cuando un dirigente opta por comprar un robot sanitario a cierto precio debe tener en cuenta "a cuántos pacientes se va a poder asistir con él" de cara a determinar su idoneidad. 

El técnico concluye pidiendo "cautela" ante la efusividad que generan estas nuevas tecnologías, insistiendo en la importancia de la medición de resultados y en la necesidad de monitorizar el rendimiento de estas máquinas. 
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