Redacción. Barcelona
Cuando salió, poco menos que el ‘invento’ se promocionó de boca a oreja como algo que serviría para ir dejando de fumar poco a poco. Luego se dijo que si era más o menos nocivo que el tabaco tradicional. Pero lo cierto es que los mitos se caen con la ciencia y la ciencia ha hablado sobre el asunto, con datos en la mano: el 75 por ciento de los usuarios de cigarrillo electrónico sigue consumiendo tabaco convencional. Lo dice un estudio liderado por José M. Martínez-Sánchez, investigador del Instituto Catalán de Oncología y de la Universidad Internacional de Cataluña, que acaba de ser publicado en la revista BMJ Open.
El trabajo indica que solo el 20 por ciento de los usuarios del ‘vapeo’ están satisfechos totalmente y bastante satisfechos con el uso del cigarrillo electrónico. En este primer estudio sobre la prevalencia de uso de este artilugio en nuestro entorno también se indica que el 6,5 por ciento de la población adulta de la ciudad Barcelona (83.000 personas, aproximadamente) lo han utilizado, aunque solo en el 60 por ciento de los casos con nicotina.
“El alto porcentaje de ‘uso dual’ de los cigarrillos electrónicos con el tabaco convencional, así como la baja satisfacción con su uso, compromete la efectividad del cigarrillo electrónico para dejar de fumar”, ha manifestado el investigador principal de este estudio, Martínez-Sánchez.
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