Los períodos de contagio para los casos de
Ómicron y
Delta muestran que la propagación después del quinto día del SARS-CoV-2 es
“muy rara”. Así lo asegura un estudio realizado por el Observatorio de Salud Pública de Cantabria, que sostiene que la transmisión del virus tras este periodo fue solo del
2 por ciento para
Ómicron, frente al 5 por ciento en Delta.
Asimismo, la investigación apunta que
Ómicron no solo se propaga con más rapidez que el resto de variantes del SARS-CoV-2, sino que también muestra una
tasa de ataque secundario (TAS
) más elevada en comparación con Delta. A este respecto, arroja que casi dos de cada cinco contactos estrechos de un contagiado de Ómicron terminó siendo positivo (39 por ciento), frente al 26 por ciento de infectados con Delta.
El estudio, que está en revisión y examina la
tasas de ataque secundario, transmisión, incubación y períodos de intervalo de serie de los primeros casos de la variante Ómicron del SARS-CoV-2 en Cantabria, señala que la variante de Sudáfrica tiene capacidad para contagiar de forma más temprana que Delta.
En concreto, según afirman los investigadores, la transmisión del SARS-CoV-2 tuvo lugar
entre un día antes de que la enfermedad se manifestara y tres días después, "cuando ocurren la mayoría de los contactos de casos secundarios".
Ante estos resultados, el equipo plantea la hipótesis de que el aumento de tasa de ataque secundario de Ómicron, que expresa el
número de casos de la enfermedad que aparecen dentro del periodo de incubación entre los contactos susceptibles, se deriva de una
concentración de eventos de contagio hacia el período presintomático o paucisintomático, cuando las personas pueden no ser conscientes de la infección y las
medidas de contención de salud pública, como el rastreo de contactos, el aislamiento y las pruebas rápidas, son necesarias.
“Esto implicaría que la efectividad de las medidas como el rastreo, el testeo rápido o el aislamiento disminuiría significativamente en ausencia de
medidas preventivas como la distancia, limitar los encuentros masivos o las reuniones sociales”, apuntan los investigadores.
Misma capacidad de transmisión en vacunados que no vacunados
Otra de las diferencias entre Ómicron y Delta radica en la
capacidad de transmisión de personas vacunadas y no vacunadas. “En este caso, una vez infectados, las personas vacunadas parecen tener la misma capacidad de transmisión que las personas no vacunadas. Esto no sucedió con Delta, donde se observaron diferencias significativas de TAS en entornos globales, domésticos y ocupacionales dentro de los grupos”, explican.
Ante el debate surgido sobre los períodos de aislamiento de los casos y los períodos de cuarentena de los contactos, debido a su impacto social y económico en la vida diaria, los investigadores sostienen que los cortos períodos de transmisión de Delta y Ómicron "podría potencialmente contribuir a
disminuir la carga de las medidas de control frente al Covid-19".
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