El secretario general de Sanidad, José Javier Castrodeza, preside la Aecosan.
El gobierno español no ha prohibido el uso del bisfenol A en los juguetes para niños pero obliga a los fabricantes a no exceder los 0,1 miligramos por metro cúbico del tóxico en sus productos, en tanto que otros países comunitarios, como Francia, sí han ordenado desde hace tres años eliminar del todo su presencia en diversos envases, según se deduce del último proyecto de orden publicado al respecto por el gobierno que encabeza en funciones Mariano Rajoy.
Frente a ese límite (que procede de normativas comunitarias aprobadas en 2005 y 2007), el propio Reglamento europeo dictaminó en 2008 otra directriz más laxa que establece una concentración máxima del 3 por ciento de bisfenol A en los accesorios para niños a partir de 2015, pero una directiva de la Comisión que preside Jean-Claude Juncker, de 2014, advierte del peligro de “un aumento de exposición de niños pequeños” a la sustancia, por lo que retoma el tope de 0,1 miligramos por metro cúbico que ahora España ratifica.
El proyecto de orden español 1205/2011 sobre la seguridad de los juguetes revisa el estado de la cuestión tanto sobre el bisfenol A como de otros compuestos conocidos como CMR (carcinógenos, mutágenos o tóxicos para la reproducción) y hace uso de los mecanismos legales previstos para modificar los límites de concentración permitidos para los fabricantes.
En el caso del bisfenol A, se mantiene, en efecto, la limitación previa y no se prohíbe que forme parte de los juguetes como tampoco está sancionado, por otra parte, su uso controlado en otros accesorios como ‘tuppers’, recibos de compra o latas de conserva que, se sabe, lo contienen.
Del mismo modo, la Agencia de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea (UE) hizo público en enero de 2015 un informe en el que avalaba el uso de este compuesto siempre y cuando no excediera los límites de consumo saludable establecidos, pero algunos países como Francia sí la habían prohibido desde 2013 a partir, se presupone, de las mismas evidencias científicas disponibles.
Nuevos límites para cuatro moléculas
El proyecto de orden, que lleva el sello tanto de Sanidad e Industria como de la Asociación Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan), cambia los límites máximos permitidos de cinco sustancias también clasificadas como carcinogénicas por los científicos: formamida; 1,2-bencisotiazol-3(2H)-ona; masa de reacción de 5-cloro-2-metil-4-isotiazolin- 3-ona y 2-metil-2H-isotiazol-3- ona , 5-cloro-2-metil-isotiazolin-3(2H)-ona y, por último, 2-metilisotiazolin-3(2H)-ona.
Proyecto de orden publicado por los ministerios de Sanidad e Industria
Directiva europea de 2014 por la que se fijó el límite para el bisfenol A
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