Sánchez da a Salvador Illa todo el control del "último estado de alarma"

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado que solicitará al Congreso de los Diputados la convocatoria de un "último estado de alarma", que tendrá una duración de un mes. A lo largo del mismo, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, será la máxima autoridad en el proceso de desescalada.

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El presidente ha explicado que dicho estado de alarma irá ligado a una "desescalada institucional" en la cual decaerán las facultades excepcionales que se habían atribuido a los ministerios de Transportes, Defensa e Interior. Solo Sanidad mantendrá las mismas.

Como ha señalado Sánchez, el ministro de Sanidad, contando con el asesoramiento técnico de sus expertos y la colaboración de las consejerías de Sanidad de las CCAA, "será quien establezca la desescalada".

"Estamos dialogando con grupos políticos. Queremos lograr el gran consenso en el Congreso que hay en la sociedad", ha indicado el presidente, que ha incidido en que el principio que guiará esta nueva etapa será la "cogobernanza".

Resultados del estudio de seroprevalencia

El presidente del Gobierno también ha valorado los resultados del estudio de seroprevalencia que está liderando el Instituto de Salud Carlos III. "Este estudio, que es uno de los más ambiciosos de Europa hasta la fecha arroja 3 datos fundamentales: la infección ha afectado de forma muy desigual a los diferentes territorios, solo el 5 por ciento de media (1 de cada 20 españoles) ha estado contagiado por el Covid-19 y la letalidad real del virus se sitúa en torno al 1 por ciento. Siendo esa letalidad mayor en personas con patologías previas y personas mayores", ha apuntado al respecto. 

La inmunidad de rebaño, una estrategia imposible

Pedro Sánchez también ha opinado sobre aquellos países que han optado por dejar que el virus circule libremente por el país para conseguir una inmunidad de grupo (inmunidad mayor del 60-70 por ciento): "Hubo países que iniciaron esa vía y tuvieron que dar marcha atrás. De seguir ese camino, la infección habría llegado a 30 millones de personas y hubiera costado la vida de 300.000 personas, posiblemente más porque hubiera colapsado nuestro sistema sanitario".

La desescalada se extiende hasta verano 

Otro de los puntos destacables de la rueda de prensa del presidente es que ha afirmado que el proceso de desescalada va a extenderse hasta entrado el verano en algunas regiones. "Habrá territorios que pueden terminar la desescalada en una o dos semanas entrado el verano si no hay repuntes". 

Ha subrayado que, aunque los últimos datos son "buenos", "el virus no se ha ido y su amenaza sigue siendo real". Además, ha pedido a los ciudadanos que "sigan todas las recomendaciones de las autoridades sanitarias".