Abandonará el cargo tras la polémica con Ayuso por una compra de mascarillas participada por el hermano de la presidenta

Pablo Casado dejará de presidir el PP en abril con este legado sanitario
Pablo Casado, presidente del Partido Popular.


24 feb. 2022 9:05H
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Pablo Casado dejará la presidencia del Partido Popular el próximo mes de abril, cuando se celebre el Congreso extraordinario. Una renuncia a futuro que llega apenas 24 horas después de la de su número 2, Teodoro García Egea, como secretario general de la formación conservadora. Todo tras la polémica con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, a quien se le pidió esclarecer un cobro de su hermano por la venta de unas mascarillas al comienzo de la pandemia de Covid-19.

Casado, que llegó al cargo en julio de 2018, ha dejado durante estos años al frente del partido una serie de iniciativas sanitarias; algunas de las cuales cobraron más relevancia teniendo en cuenta que fue el líder de la oposición durante la explosión de la pandemia de Covid-19.

Ya a inicios de la misma Casado propuso al Gobierno de Pedro Sánchez un plan de choque para hacer frente al coronavirus. Un proyecto que se aprobaría con un Real Decreto Ley que el Partido Popular "apoyaría" en el Congreso de los Diputados. Entre otras medidas, se incluían también devolver los 2.500 millones de euros adeudados a las comunidades autónomas para reforzar su gestión sanitaria y de educación; y aprobar un Plan de Contingencia sanitaria para reforzar los recursos de las autonomías.

Casado también pidió una "paga extra" para los profesionales sanitarios, justificada por "el riesgo de contagio del coronavirus". Además de poner sobre la mesa la necesidad de inyectar liquidez en las empresas españolas, algo que incumbe a la sanidad privada, que llevaba días solicitando al Ministerio de Sanidad una línea de financiación para permitir su viabilidad económica. Además, el PP consideraba imprescindible que el Gobierno destinara inversión para un refuerzo sanitario de las comunidades autónomas.
Con la pandemia más avanzada, en mayo de 2020, Pablo Casado, proponía la creación de un pacto de Estado por la sanidad, denominado "Plan Cajal", para abordar dentro de la Comisión de Reconstrucción tras el coranavirus en el Congreso y reforzar ese ámbito "a medio plazo".

Su apuesta por un mando único sanitario


Con la pandemia ya en otra dinámica, la de los rebrotes de Covid-19, Casado recordaba el plan de su partido para mantener el control de la enfermedad con garantías legales. Un plan jurídico que consistía en mantener el mando único sanitario aplicando las leyes de Salud Pública, de Sanidad y de Cohesión y Calidad del Sistema Nacional de Salud.

En los últimos meses, su implicación más directa con el ámbito sanitario llegó de mano de su posición contraria a que las lenguas cooficiales del Estado afectaran al trabajo de los profesionales de la sanidad. "¿Por qué a un médico se le obliga a hablar catalán y por qué, sin embargo, un catalán puede ejercer la Medicina perfectamente en León?", se preguntó en un acto el pasado mes de noviembre.

Decía entonces que cuando el PP llegara al Gobierno “garantizaría que las lenguas unan y que la función pública sea común para toda España". Habrá que ver si el ‘nuevo’ Partido Popular, que todo apunta a que será dirigido por el actual presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, mantiene ese compromiso y establece otros en materia sanitaria.
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