Los vacunados contra el
Covid-19 y los que no, contagiaron casi con la misma facilidad si estaban infectados por
Ómicron, una de las últimas variantes del
SARS-CoV-2. “No encontramos diferencias entre personas vacunadas y no vacunadas”, señalan los autores del estudio español publicado este viernes por los
Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
Desde la aparición de Ómicron el pasado mes de noviembre, los
casos de coronavirus se dispararon rápidamente por todo el mundo. De hecho, esta investigación concluye que
los contagios por esta variante son “significativamente” mayores en comparación con aquellos que tuvieron lugar con la cepa Delta en un período similar y con una alta cobertura de vacunación.
Concretamente, especifican que la tasa de ataque secundario fue del 39 por ciento para los
casos de Ómicron y del 26 por ciento para
Delta, lo que se traduce en un aumento absoluto de 13 puntos. Una constante que también se repitió en los
entornos sociales, donde fue de 30,5 por ciento para la primera frente al 16,2 por ciento para la segunda, así como en
entornos laborales (31 por ciento frente a 10,5 por ciento). Sin embargo, no se presenta tanta diferencia entre
contactos cercanos del hogar (49,4 frente a 48).
Por otro lado, detallan que las
personas no vacunadas contagiadas por la variante Delta
mostraron una tasa de ataque secundario general aumentado del 7,8 por ciento, a nivel doméstico del 9,9 y en el trabajo del 9,5 en comparación con las
personas vacunadas. Por el contrario, matizan que para la variante Ómicron
“no encontramos diferencias entre personas vacunadas y no vacunadas en ninguna de estas categorías”.
Ómicron contagia un día antes del inicio de síntomas
De este modo, se determina que la
“transmisibilidad aumentada de Ómicron” está relacionada con la tendencia de propagación cuando las personas están asintomáticas o al principio de la fase sintomática. Así, el pico más alto tiene lugar
un día antes del inicio de síntomas y continúa hasta tres días después, tiempo en el que ocurren la mayoría de los casos secundarios. Mientras, la transmisión con
Delta se reduce al primer día de inicio de los síntomas hasta uno después.
De hecho, los mismos expertos advierten de que, como
la mitad de los eventos de contagio por Ómicron se produjeron antes del inicio de los síntomas, este hallazgo “podría implicar que la efectividad de las medidas no farmacéuticas (como el rastreo de contactos, las pruebas rápidas y el aislamiento) disminuiría sustancialmente en ausencia de medidas preventivas como el distanciamiento social y la limitación de grandes reuniones o reuniones sociales”.
Para llegar a estos resultados, se han evaluado los datos de un total de
622 casos de infección por SARS-CoV-2 compatibles con la
variante Ómicron. Todos ellos fueron
notificados en Cantabria y dieron lugar a la suma de 1.420 contactos estrechos, los cuales se compararon con la tasa de ataque secundario, el período de transmisión, el período de incubación y el intervalo de serie -entre otros aspectos- de la variante Delta.
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