Hay situaciones que no han cambiado tras la pandemia. La
vocación de los sanitarios les lleva, en muchas ocasiones, a acudir a trabajar aunque se encuentren enfermos, pese a que ellos mismos firman
bajas laborales a los pacientes por motivos por los que ellos sí acuden a realizar su labor. Las razones que se esconden tras este hecho son variadas, aunque la mayoría reconoce que lo hace por el "compromiso con sus pacientes" o porque consideran que se trata de una "muestra de debilidad".
Son las conclusiones de un estudio elaborado por
Medscape en Estados Unidos, en el que certifican que los médicos son uno de los colectivos que más realiza esta práctica. La mitad de los encuestados para este informe alega que ha acudido a trabajar con
síntomas compatibles con la gripe o el Covid-19 como congestión nasal, tos o dolor de garganta. Por otro lado, si los síntomas son más fuertes, como fiebre o faringitis, el 27 por ciento en el primer caso y el 7 por ciento en el segundo, decide cumplir con su jornada laboral. Solo el dos por ciento de los que participaron en este estudio afirmó no acudir en ningún caso a
trabajar si sienten enfermos.
Entre los motivos que alegan los facultativos para tomar la decisión de
ir al centro de trabajo en situación de enfermedad, se encuentra el no querer ver mermada su
retribución mensual. Si enferman y
causan baja, la nómina se resentiría por lo que, si no se sienten tan mal como para tener que permanecer en la cama, deciden acudir a las consultas.
Compromiso con el paciente
Por otro lado, la
vocación tiene un peso importante en la toma de esta decisión. En este informe de Medscape, el 73 por ciento de los especialistas encuestados asegura que el compromiso con sus pacientes es la principal causa de no querer
ausentarse del trabajo. Además, el 72 por ciento cree que tiene el deber profesional de no sobrecargar a sus compañeros de trabajo que tendrían que
asumir más pacientes si se quedan en casa.
Conocer o reconocer la
gravedad de la enfermedad que pueden padecer es otro de los motivos que inclinan la balanza a la hora de acudir o no a trabajar. La mitad de los médicos que han participado en este estudio asegura que algunas de las ocasiones en las que están enfermos y deciden seguir con su actividad profesional es porque no se sienten tan mal como para quedarse en casa. Por otra parte, un 48 por ciento lo hace por consideran que
tiene mucho trabajo pendiente como para ausentarse.
Tras la pandemia, más médicos trabajan enfermos
No es de extrañar que la pandemia haya incluso incrementado esta práctica habitual entre los médicos. En 2019, antes de la irrupción del Covid-19, el 70 por ciento reconocía haber ido a
trabajar estando enfermo entre una y cinco veces, mientras que el 13 por ciento aseguraba haberlo hecho entre seis y diez veces.
Los efectos del coronavirus han provocado un aumento y, en 2022, el 85 por ciento de los encuestados confiesa haber acudido a pasar consulta pese a encontrarse enfermo en más de una ocasión. Este incremento supone que un 15 por ciento más de médicos decide cumplir con su jornada laboral pese a considerar que deberían
permanecer en casa por enfermedad.
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