Los especialistas destacan que no haya zonas de exclusividad corporal ni limitación en el tiempo de radiación



28 sept. 2015 17:42H
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Sandra Melgarejo. Madrid
A principios de septiembre, los desfibriladores de Boston Scientific recibieron el marcado CE para su uso con resonancia magnética en ciertas condiciones: “El dispositivo debe llevar implantado más de seis semanas, no debe haber ningún cable fracturado ni ‘abandonado’ y el paciente no debe ser dependiente de la estimulación. Debe ser programado de una forma especial antes de la exploración y ser revisado y reprogramado después”, detalla María López Gil, especialista en Electrofisiología y Arritmias del Hospital 12 de Octubre de Madrid.

 María López Gil y Miguel Ángel Arias.

Además, según Miguel Ángel Arias, director de la Unidad de Arritmias y Electrofisiología Cardiaca del Servicio de Cardiología del Hospital Virgen de la Salud de Toledo, “se deben cumplir otros requisitos, como que el equipo de resonancia sea de 1.5 Teslas, pero no de más; que el paciente esté en posiciones de decúbito prono o supino; y que tanto el generador del desfibrilador como los cables o electrodos del mismo sean compatibles con resonancia, es decir, el sistema completo”.

Si bien los desfibriladores de Boston Scientific no son los únicos del mercado compatibles con Resonancia Magnética, López Gil detalla que la mayor detalla que “la mayor ventaja de los dispositivos de esta compañía es que, con una simple actualización del software a través del programador, algunos modelos ya implantados que hasta ahora no eran compatibles pasan a serlo, es decir, presentan compatibilidad retroactiva”. Por su parte, Arias destaca que “no hay zonas de exclusión corporal para los desfibriladores de Boston, por lo que el estudio de resonancia puede ir dirigido cualquier parte del organismo y no hay limitación en el tiempo de radiación”.

Beneficios para muchas especialidades

Esta novedad permite a los médicos no implicados en el implante y seguimiento directo del desfibrilador poder realizar con seguridad estudios de resonancia indicados en sus pacientes por diversas patologías. “Antes de que existiera la compatibilidad para estos dispositivos, si el paciente requería que se le hiciese una resonancia no era seguro y no se recomendaba su realización, con lo que el médico debía buscar otras alternativas diagnósticas que, con frecuencia, no alcanzan el rendimiento que consigue la resonancia. Obviamente, el beneficio es muy grande para médicos de muy diversas especialidades, incluidos los cardiólogos, pues los estudios de resonancia magnética están indicados en multitud de patologías que afectan a cualquier órgano del paciente, incluido el corazón”, señala Arias.

En la misma línea, López Gil indica que la tomografía por resonancia magnética nuclear “permite al médico definir con mucha precisión lesiones o patologías muy variadas, desde una rotura de menisco o de los ligamentos de la rodilla hasta lesiones cerebrales de toda índole, así como reconocer tumores prematuramente. Esto permite a los diversos especialistas un mejor diagnóstico en sus pacientes, incluyendo a la mayoría de los portadores de un desfibrilador o un marcapasos de estas características”.

Respecto a los pacientes, “teniendo en cuenta que la resonancia magnética ha ampliado de forma exponencial sus aplicaciones clínicas, el número de personas portadoras de un desfibrilador implantable que va a necesitar de una resonancia magnética a lo largo de su vida para completar algún estudio diagnóstico por diversas patologías es enorme. En algunos casos, la resonancia pude suplirse con garantías por otras técnicas diagnósticas, pero, en ocasiones, el rendimiento diagnóstico de la resonancia es muy superior a cualquier otra técnica, por lo que la imposibilidad de realizarla lleva implícita una merma en el rendimiento diagnóstico potencial ante determinadas enfermedades”, concluye Arias.
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