La Clínica de Navarra potencia el modelo porque reduce los reingresos y agiliza las altas



14 nov. 2015 13:50H
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Javier Barbado. Sevilla
Los internistas de hospitales privados (Clínica Universitaria de Navarra) o concertados con la sanidad pública (Hospital de Povisa de Pontevedra) persisten en su empeño de potenciar, en España, la Medicina ‘hospitalista’ importada de Estados Unidos: aquélla en la que el facultativo, las más de las veces internista, se dedica en exclusiva al hospital y acapara la atención y seguimiento del enfermo crónico pluripatológico hasta el punto de cortar su nexo con el primer nivel asistencial.

De izq. a dcha.: Felipe Lucena, Javier de la Fuente, Rafael Domínguez (Hospital de Pontevedra), José Barberán y Carlos J. Dueñas (General Yagüe de Burgos), antes de comenzar una sesión previa a la clausura del congreso de la SEMI en Sevilla.


Esta forma de ejercer el oficio en el entorno hospitalario, en particular del especialista en Medicina Interna, consigue, en teoría, reducir los reingresos, disminuir la estancia hospitalaria y agilizar el número anual de altas, como así lo ha demostrado con datos de su servicio de la Clínica Universitaria de Navarra el internista Felipe Lucena, quien ha defendido con ahínco el modelo y ha señalado a sus precursores, Goldman y Wachler, en centros de Estados Unidos durante los años 90.

“Los dos fueron precursores del concepto de ‘médico hospitalista’, cuyos objetivos residen en mejorar la asistencia y disminuir los costes”, ha declarado Lucena en una de las últimas sesiones del congreso de la SEMI.  “De hecho –ha precisado– la mayoría de los ‘hospitalistas’ en Estados Unidos son internistas”; asimismo, ha ofrecido algunos datos que avalan la oportunidad de la fórmula en la clínica en que trabaja, donde, gracias a ella, se ha pasado de un 5,9 por ciento de facturación en 1995 a un 19 por ciento en 2006, todo ello en el contexto de una reducción “entre el 12 y el 17 por ciento de la dilatación de los ingresos”.

Por su parte, José Barberán, del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Montepríncipe y de Torrelodones en Madrid (ambos del grupo HM), ha explicado que el primero dispone de acreditación para formación MIR desde 2009 y de 200 camas, habitaciones individuales, hospital de día y todas las especialidades médico-quirúrgicas.

“Trabajamos con pacientes privados y somos del sistema liberal, es decir, la cobertura la hacen los individuos de forma voluntaria por medio de seguro privado o mutualidades y no tenemos concierto con el Sistema Nacional de Salud”, ha aclarado.

5.506 altas el año pasado

Javier de la Fuente, jefe del Servicio del Hospital Povisa de Pontevedra, ha señalado la evolución ascendente de las altas en el centro, que ha cifrado en 16.103 en 2014, 8.392 de ellas de índole médica; asimismo, durante ese año el hospital, que está participado en una pequeña parte por una empresa privada (en su mayor parte es del servicio regional de salud, el Sergas) llevó a cabo 5.506 altas (5.113 del Sergas, 370 privados y 23 particulares).

Pero la fórmula todavía no convence a todos los internistas, que la relacionan con una fragmentación innecesaria de la especialidad que priva al paciente de su relación directa con el médico de cabecera en su centro de salud y de la colaboración entre éste y el especialista.

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