Test de antígenos.
La
Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) ha señalado que, para que sean efectivas, las
pruebas de antígeno para autodiagnóstico de Covid-19 deben realizarse durante los
7 primeros días desde la infección o en los 5 primeros días desde la aparición de síntomas, cuando la carga viral está en su punto más álgido.
En plena sexta ola, el aumento de los contagios de Covid-19 sitúan la
incidencia acumulada en España en más de 2.574,46 casos por cada 100.000 habitantes según el último informe del Ministerio de Sanidad. Para controlar la difusión del virus, las personas que
detecten alguno de sus síntomas pueden realizarse un
tests de autodiagnóstico de venta en farmacia, cuyos resultados positivos se considerarán casos sospechosos que deberán confirmarse en un centro sanitario mediante una prueba de diagnóstico de infección activa (Pdia).
Tal y como subrayan desde la Aemps estos tests son de “venta exclusiva en farmacias" y llaman a seguir "minuciosamente" las
instrucciones de uso del fabricante. También inciden en que la toma de muestras es "clave".
En este sentido, la Aemps recalca cómo "una muestra de mala calidad puede dar lugar a un resultado erróneo, por lo que,
para evitar que estas se degraden, haz el test inmediatamente después de tomarla". Así, en el caso de que el resultado sea positivo (línea C y T aparecen coloreadas), se tengan o no síntomas de Covid-19, es preciso comenzar "inmediatamente" el
autoaislamiento y contactar con el centro sanitario.
¿Cómo se hace un test de antígenos?
Siguiendo las instrucciones del fabricante, la muestra puede tardar unos pocos minutos. Un resultado positivo significa que el virus está presente y probablemente existe una infección en curso.
Generalmente, la muestra se toma a través de
exudado nasofaríngeo o nasal. En algunos casos, se puede hacer con muestras de saliva, aunque desde la Aemps advierten de que la carga viral es menor que en secreciones nasofaríngeas, por lo que en caso de baja carga viral (bajo número de virus en la muestra) la sensibilidad del test es menor.
Ya sea en domicilio o en un centro acreditado, se recomienda hacer los test de antígenos durante los 7 primeros días desde la infección, cuando la carga viral está en su punto más álgido. Además, igual que las pruebas PCR,
estos test no son capaces de detectar si ya se ha superado la enfermedad.
Un resultado positivo indica la presencia del virus SARS-CoV-2 en la muestra. Es una prueba diagnóstica de infección activa; es decir: con una alta probabilidad, existe una infección en curso, aunque no presente síntomas. En cambio, un resultado negativo significa que no se detecta la presencia del virus SARS-CoV-2 en la muestra. Es decir, con alta probabilidad, no hay infección en curso.
Diferencias entre PCR y test de anticuerpos
En el caso de las
prueba PCR la muestra se procesa en el laboratorio y puede tardar varias horas. Un resultado positivo significa que el virus está presente y probablemente existe una infección en curso. Sin embargo, no es capaz de detectar si ya se ha superado la enfermedad.
Como en los test antígenos, generalmente la muestra se toma a través de exudado nasofaríngeo, pero hay algunos casos en que se puede hacer con muestras de saliva, aunque aquí la carga viral es menor.
Por su parte, los
test de anticuerpos o pruebas serológicas detectan diferentes tipos de anticuerpos específicos frente al virus. Es decir, no detectan la presencia del virus, sino la respuesta inmunológica del individuo. Estas pruebas detectan dos tipos de anticuerpos: IgM y/o IgG. Los IgM son las inmunoglobulinas (anticuerpos) que aparecen en la fase temprana de la infección y desaparecen a las pocas semanas. Las IgG son las inmunoglobulinas que aparecen en la fase tardía de la infección y permanecen largo tiempo, a veces años.
A diferencia de las otras, estas pruebas no detectan la presencia del virus, sino la respuesta inmunológica de la persona. Es decir, detectan diferentes tipos de anticuerpos específicos frente al virus e informan de si ha habido infección por el virus, aunque no se hayan presentado síntomas. Para las pruebas de anticuerpos, se utilizan generalmente muestras de sangre. Las pruebas rápidas requieren una pequeña punción con una lanceta, mientras que las de laboratorio se obtienen por extracción.
Un resultado positivo para anticuerpos IgM significa que la persona ha estado expuesta al virus SARS-CoV-2 recientemente, infección que puede o no estar aún en curso. Durante los primeros días de infección es indetectable, por lo que un resultado negativo no excluye la posibilidad de estar infectado. La presencia de IgM puede coexistir con una infección en curso y sigue siendo detectable una vez superada la infección durante días.
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