La irrupción del big data, los escáneres o la tomografía PET son los principales avances



16 nov. 2014 14:03H
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Javier Barbado / Imagen: Miguel Fernández de Vega
La colaboración público-privada por medio del diálogo competitivo, y el arrendamiento, han incurrido en el escenario comercial de compra y renovación de equipos tecnológicos de los centros sanitarios como fórmulas favorables tanto para las empresas como para la Administración, según han defendido varios ponentes durante el VI Encuentro Global de Directivos de la Salud, que se ha celebrado en Salamanca y ha organizado Sanitaria 2000, grupo empresarial editor de Redacción Médica, con la colaboración de Air Liquide, Cardiva2, Covidien, Fresenius Medical Care, Gasmedi, Otsuka y Siemens.

El director general de Siemens Healthcare España, Luis Cortina, se ha preguntado en voz alta si resulta necesario invertir en nuevas tecnologías, y, en ese caso, por qué hacerlo. “No creo que sea un gasto, sino una inversión, al menos en Siemens lo vemos así”, ha ratificado. En esta línea, la compañía y la consultora PwC “buscamos el impacto del resultado y vimos, por ejemplo, que, en Cardiología, por cada euro invertido se obtenían cinco”.
 
En cuanto a la renovación, debe hacerse en función de su uso y duración, ya que la vida media varía entre los cinco y los seis años, y, en algunos países, en cualquier caso la ley obliga a la renovación.

Por su parte, Antonio Fernández-Campa, gerente del Servicio Gallego de Salud (Sergas), ha explicado que el plan estratégico en esta materia pasa, en Galicia, por una alianza público-privada por medio de la fórmula de diálogo competitivo: “Contratamos una solución global para este problema: compramos la disponibilidad de los equipos a las empresas que oferten las soluciones más eficientes”.
 
En total, el Sergas ha licitado tres lotes para comprar equipos tecnológicos. Durante la fase de diálogo, “hemos recibido de las empresas las alternativas más favorables” a la solución buscada. La dificultad de este clase de contratos estriba en definir los riesgos asumidos tanto por la administración como por las empresas; en el caso de éstas, “asegurar la disponibilidad de los equipos, renovarlos y mantenerlos y la financiación de la operación” son los principales peligros. Para el Sergas, la cobertura de las demandas es su principal escollo.

Los contertulios, durante el foro sobre renovación y financiación de la tecnología en el sistema sanitario español.

 
Luis Mosquera, presidente de la Asociación Española de Ingeniería Hospitalaria (AEIH) y subdirector de Gestión del Hospital 12 de Octubre de Madrid, aludió a diversos avances de la tecnología médica de vanguardia.

En la primera imagen, Mar Álvarez. En la segunda, Luis Mosquera.

 
Entre otras soluciones de incipiente desarrollo, Mosquera señaló a la historia clínica y al tratamiento del big data como nueva fuente de conocimiento epidemiológico; el uso de tecnología móvil y de wereables que genere ahorro; el cribado de pulmón más allá de la radiografía de tórax por medio de la tomografía; el recurso a dispositivos que sedan al paciente y permiten prescindir del anestesiólogo; los sistemas de denervación simpática renal o de estimulación de las arterias carótidas; exoesqueletos; ultrasonidos focalizados; PET con TAC o con resonancia; la reducción de la dosis en los TAC de hasta el 50 por ciento; la radioterapia; los robots-enfermeras o incluso drones como ambulancias.

Luis Cortina y Carlos Sisternas.


Por su parte, Mar Álvarez, adjunta a la Dirección en el Hospital Nisa Pardo de Aravaca, desgranó el posicionamiento del centro en el escenario sanitario español, y, en ese contexto, citó el Hospital Virgen del Consuelo, en Valencia, y a la adquisición de aceleradores lineales “que nos sitúa como referente de la sanidad privada” en esta comunidad autónoma.
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