Profesional sanitaria recibiendo la vacuna contra el Covid-19
Cuatro meses después del inicio de la
campaña de vacunación Covid-19 en España, los efectos de este tipo de tratamientos comienzan a ser visibles. En el caso de los
profesionales sanitarios, las vacunas contra el virus han conseguido
reducir entre un 85 y un 96 por ciento la infección en el colectivo, según un estudio realizado en España y al que se refiere la última actualización de la información científico técnica de los
parámetros epidemiológicos publicada por el Ministerio de Sanidad.
A pesar de la
menor respuesta inmune detectada en personas de mayor edad, se estima que los tratamientos pueden provocar una
protección indirecta del 81,4 por ciento en los residentes no vacunados y evitar hasta 12,8 contagios diarios por cada 10.000 personas, según datos de otro estudio realizado en España en centros sociosanitarios.
La vacunación mayoritaria, por otro lado, ha permitido
reducir los síntomas y generar solo casos leves de la enfermedad entre los infectados de Covid-19 de estos centros, si bien "un cierto número de individuos permanecerá susceptible al contagio" puesto que ningún permite obtener
inmunidad estéril, es decir, la capacidad de
evitar la replicación del virus en la mucosa de las vías respiratorias superiores. Por tanto, es posible que una vez vacunados, las personas que contraigan el virus
puedan seguir siendo contagiosas aunque "no desarrollen síntomas".
También se ha demostrado una
menor probabilidad de contagio entre los convivientes de trabajadores sanitarios que habían recibido el fármaco a partir del día 14 tras la administración, según cita el informe, en el que se subraya la importancia de determinar los casos "secundarios" generados por las personas infectadas tras la vacunación.
Riesgo de infección "bajo" tras la vacunación
Además de reducir la carga viral, entre
los días 12 y 37 especialmente, las vacunas también podrían
acortar el tiempo de eliminación del virus en caso de infección posterior de 2 semanas a una, según datos de una investigación con AstraZeneca, aunque sin diferencias en los pacientes contagiados con la variante británica.
El informe recalca la
eficacia demostrada por los sueros disponibles a la hora de reducir el riesgo de infección con síntomas en un 67,6 por ciento con la vacuna AstraZeneca y en un 92% con la vacuna de Pfizer-BioNTech según han demostrado diversos estudios. Incluso ante la aparición de nuevas variantes, capaces de limitar dichas evidencias, la eficacia de las vacunas aprobadas en la actualidad "es alta y, por tanto, el
riesgo de infección tras la exposición al virus es muy bajo".
"Mayor impacto" de las nuevas variantes Covid-19
En cuanto a las
nuevas variantes de Covid-19 detectadas en España, B.1.1.7, B.1.351 y la P.1 principalmente, Sanidad reconoce un "mayor impacto potencial en la salud pública". En concreto, señala el peligro que supone el
aumento de la transmisibilidad y la mayor gravedad o letalidad, provocados por la cepa británica, y la
capacidad para evadir la respuesta inmune que han demostrado la sudafricana y la brasileña, aunque su presencia sea "puntual" en el territorio. El ministerio también ve preocupante la
disminución en la sensibilidad de los métodos de diagnóstico microbiológico asociada a estas cepas así como la posibilidad de reducir la respuesta al tratamiento.
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