Francisco Toquero, médico y asesor MIR del sindicato CSI-F, y Mercedes Sánchez-Ramade, adjunta a la secretaria general del Sindicato de Enfermería (Satse) en Madrid.
3 sept. 2016 11:40H
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Pese a que el consenso de los psicólogos es que la llamada depresión o síndrome posvacacional no existe como tal y que se trata de un mero “proceso” de readaptación a la rutina, lo cierto es que en este proceso cursa con síntomas como problemas de sueño, cansancio, irritabiliad, nerviosismo o falta de concentración. La sanidad es uno de los sectores donde los profesionales más adolecen de estos síntomas tras el parón estival y con especial significación, las dos profesiones colegiadas: medicina y enfermería. ¿Cuál de las dos sufre más estrés posvacacional?
Puede no estar descrito en la literatura científica, pero Francisco Toquero, médico y asesor MIR del sindicato CSI-F, asegura que “el síndrome posvacacional existe” y afecta a las dos categorías profesionales, “igual que en otros trabajos en los que existe una gran responsabilidad y una elevada carga de trabajo”. Según Toquero, la situación de austeridad, que se ha traducido en menos recursos y profesionales para un mismo número de pacientes, no ha hecho sino endurecer la vuelta a las vacaciones. “Los afortunados que todavía podemos cogernos un mes de vacaciones regresamos a '33 revoluciones por minuto' y de repente nos encontramos con los mismos problemas que encontramos, es un choque”, explica el médico y sindicalicalista.
¿Quiénes son los más afectados?
Mercedes Sánchez-Ramade, adjunta a la secretaria general del Sindicato de Enfermería (Satse) en Madrid describe una situación muy parecida. “Las cargas de trabajo son brutales, con exceso de horas y falta de personal. Las vacaciones son una especie de oasis del que regresas y te encuentras con que te esperan 11 meses con los problemas que dejaste”, explica, antes de incidir en que “los recortes han hecho el regreso más duro, por la mayor sobrecarga de trabajo”.
Sobre cual de las profesiones pacede una mayor carga dentro del ámbito sanitario y un mayor estrés al volver de vacaciones, Toquero es comedido:“Afecta a todos los profesionales, desde los médicos de urgencia y atención primaria, que son los que tienen que dar la cara en primer lugar, a los celadores. Es cierto que no tiene la misma responsabilidad un médico que un celador y eso genera distintos tipos de estrés; pero no diría que unos lo sufran más o menos que los otros”. Sánchez-Ramade tampoco se moja y considera que el estrés posvacacional alcanza por igual a todas las categorías. Solo refiere, en relación con los tiempos de descanso, que en algunos servicios han detectado “agravios” en relación con la facilidad que médicos y enfermeros tienen a la hora de elegir vacaciones y “juntarlas con libranzas”.
Consejos para combatir el estrés posvacacional
“El primer consejo que damos a los que acaban sus vacaciones es que procuren escalonar; que no apuren el regreso de su lugar de vacaciones hasta el día previo a incorporarse”, explica la representante de Satse. “Parece insignificante, pero el hecho de que el inicio de septiembre coja entre semana, como ha pasado este año, ayuda”.
No obstante Sánchez-Ramade pone también de relieve en que este síndrome posvacacional que hace que la gente esté “apagada” y que puede reavivar “roces” en los lugares de trabajo donde previamente no había una buena relación solo dura “una semana o dos”. “Todos somos profesionales y este es un trabajo vocacional. Nos gusta lo que hacemos y estamos implicados, por lo que, rápidamente, nos hacemos cargo de por qué estamos aquí y volvemos a la normaliidad”. Quizá esa sea la mejor receta contra el estrés posvacacional: tener la suerte de trabajar en lo que a uno le gusta y estar motivado.
Peor para los que se quedan
Algo en que tanto Sánchez-Ramade como Toquero coinciden en señalar es que si los que regresan en septiembre sufren, peor lo han tenido los profesionales a quienes les han tocado cubrir este verano las vacaciones de otros compañeros. “Pedimos que se cumplan las suplencias, porque cuando no hay una cobertura suficiente de personal se está corriendo el riesgo de que se produzca un error humano”.
Toquero, en este sentido, recuerda el caso de la enfermera sustituta que este pasado mes de agosto renunció en Málaga tras quedarse una noche sola atendiendo una planta con 33 enfermos. “Me han llegado cosas sobre la falta de personal este verano que no había oído en mis treinta años de profesión”, afirma el médico y sindicalista, quien también denuncia que, ante la escasez de manos, los MIR están asumiendo en muchos hospitales responsabilidades que no les corresponderían.
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