Es el primer documento que contiene los requerimientos de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (Aneca).
La
Plataforma Estatal por el Grado en Imagen Médica y Radioterapia no tiene dudas de la necesidad de contar con esta titulación en la universidad. Por este motivo, ha decidido dar un paso más para que la
Dirección General de Ordenación Profesional del Ministerio de Sanidad les escuche y les avale y lo ha hecho a través de la publicación de un
libro blanco. En él, está detallado todo el marco normativo, académico y competencial de la nueva profesión.
"Este
documento marco, de gran importancia por la diversidad y el número de entidades y personas expertas que han participado en su revisión, pretende
ser referente para el Ministerio de Sanidad y la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (Aneca) para la
creación de la nueva titulación", explican desde la plataforma, quienes apuntan que ya tienen el compromiso de una universidad que estaría dispuesta a impartir la titulación con una
carga lectiva de 240 ECTS.
No es la primera vez que se pone sobre la mesa la importancia de contar con esta formación, pero esta vez las diferentes
sociedades científicas que aglutina la plataforma han querido ir más allá con esta guía. Una de ellas es la
Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR) quienes consideran que después de 40 años de "debates continuados" con las autoridades competentes, es el
momento de adaptarse e ir al mismo ritmo que la realidad europea.
"El primer paso es disponer de un documento marco que
contenga todas los requerimientos que solicita la Aneca. Hasta la fecha no se había materializado un documento con las garantías ni las actualizaciones que solicita la
realidad del sector sanitario, académico ni investigador", indica Maite Pizarro, coordinadora del foro de técnicos de SEOR. "En un entorno con rápidos y revolucionarios avances tecnológicos y asistenciales, se requieren profesionales con la capacitación suficiente para la realización de exploraciones y
aplicar tratamientos de última generación (por ejemplo, protonterapia), aspecto que está contemplado en el plan de estudios del libro blanco y con el que los profesionales quedarían capacitados", añade.
Necesidad de Grado de Imagen Médica
En este sentido, si se lograra la creación del grado
se armonizaría la profesión de 'radiographer' (de Diagnóstico y de Radioterapia) en la Eurozona y se cumpliría así con los requerimientos de la Directiva 59/2013, de estándares básicos de seguridad en el uso de Radiaciones Ionizantes, acerca de la
educación y entrenamiento que debe poseer cualquier profesional relacionado con tratamientos y exploraciones mediante el uso de radiaciones ionizantes.
Por otro lado, en palabras de Pizarro, serviría también para
cubrir una necesidad de interés público que hay que proteger, puesto que las radiaciones ionizantes con finalidades médicas "suponen la mayor parte de la dosis de radiación no natural que los ciudadanos recibirán a lo largo de su vida": "Sabemos que el
uso de radiación ionizante conlleva riesgos y que se requiere un
alto perfil de competencia por parte de todos los profesionales implicados, también los Técnicos en Radioterapia y Dosimetría, que garantice altos estándares de calidad, seguridad y protección radiológica. Es por estas razones que nuestras responsabilidades y funciones no pueden estar en manos de profesionales sin una
formación y entrenamiento con altos estándares de calidad".
Por su parte, la
Sociedad Española de Radiología Médica (Seram) también está dentro de esta plataforma y reclama la creación del Grado en Imagen Médica y Radioterapia desde hace años. Luis Concepción, vocal responsable de asuntos profesionales de la Seram, señala que con este documento "se
mantiene la reivindicación viva y se muestra el camino a las autoridades para lograr la efectiva progresión profesional desde el statu quo actual al tiempo que hace factible
su implantación a medio plazo al menos en el ámbito de la enseñanza privada".
"Estos profesionales necesitan una
equiparación curricular con sus homólogos europeos y un aumento significativo de la formación teórica en competencias transversales y de cuidados de pacientes, así como de la
formación práctica", reflexiona Concepción.
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