Redacción. Madrid
Los países de la UE y la Eurocámara han respaldado las nuevas reglas prudenciales propuestas por la Comisión que desarrollan la directiva Solvencia II a las que debe adaptarse el sector asegurador a 1 de enero de 2016. Además, ha dado el visto bueno al reglamento sobre las exigencias de fondos propios (aplicable al sector bancario) con el objetivo de aumentar la resistencia del sector financiero y, al mismo tiempo, de estimular la inversión del sector financiero en la economía real, según ha informado el Ejecutivo comunitario.
Jonathan Hill, comisario europeo de Servicios Financieros.
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Según ha asegurado el comisario de Servicios Financieros, Jonathan Hill, estas normas “refuerzan la resistencia del sector financiero pero también apoyan los esfuerzos para impulsar el empleo, el crecimiento y la inversión”, ha dicho el comisario de Servicios Financieros, Jonathan Hill, en un comunicado. “Reconocen la diversidad de nuestro sector financiero, así como la importancia de algunos instrumentos financieros, como la titulización de alta calidad”, ha destacado.
Lo cierto es que el horizonte que marca Solvencia II para el 1 de enero de 2016 sobrevuela el sector desde hace tiempo. Buena parte de las aseguradoras españolas han hecho sus deberes para adaptarse a los requerimientos de este programa comunitario y el sector ha superado los tres supuestos simulados por la Autoridad Europea de Seguros y Planes de Jubilación (Eiopa, por sus siglas en inglés) en función de los criterios de Solvencia II, según se supo a finales de 2014.
En este sentido, la Asociación Empresarial del Seguro (Unespa) destacaba entonces que “la industria aseguradora nacional mantiene unas ratios de solvencia por encima de las exigencias regulatorias ante la casi inminente aplicación del régimen de Solvencia II. Pero además, las ratios alcanzadas en el escenario base se mantienen prácticamente inalteradas en los dos supuestos adversos descritos anteriormente. Esto es posible gracias al eficiente casamiento de flujos por parte de las entidades del país”.
Por otro lado, España ya ha dado también pasos en la dirección de adaptarse a la nueva normativa en el Anteproyecto de Ley de Ordenación, Supervisión y Solvencia de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras que, según ha destacado el Ejecutivo español, introduce “novedades destacables” en este sentido, tales como un nuevo método de cálculo para los requerimientos de solvencia; el refuerzo del sistema gobierno; la unificación de los sistemas de información por parte de las entidades y un nuevo modelo de supervisión, con mayores funciones para el supervisor.
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