Virginia Calvo, oncóloga del Hospital Puerta de Hierro.
El
radón, un
gas incoloro que se encuentra en la naturaleza, es considerado por la Asociación Internacional de Toxicología (
Aetox) como el segundo factor de
riesgo de cáncer de pulmón, solamente por detrás del tabaco. Ante esta realidad, el
Hospital Puerta de Hierro de Madrid ha iniciado una investigación financiada por el Instituto de Salud Carlos III (
Isciii) para conocer si este gas tiene alguna
implicación o está asociado a
mutaciones concretas que puedan presentar los pacientes con esta enfermedad.
Virginia Calvo, oncóloga del Hospital Puerta de Hierro, ha impulsado una investigación para estudiar los efectos del radón entre los pacientes con cáncer de pulmón en el hospital, y explica en
Redacción Médica que “se busca consolidar la idea de que existe relación entre los
niveles de radón de un territorio y el
cáncer de pulmón, tanto en fumadores como en no fumadores. El objetivo prioritario es conocer si esta exposición al gas en viviendas de los pacientes se puede asociar o no con alteraciones genómicas”.
El
origen del gas radón, tal y como afirma
Mariano Provencio, jefe del Servicio del Hospital Puerta de Hierro y uno de los participantes del estudio, “proviene de la
degradación del uranio y surge de zonas donde hay bastante roca granítica. El
granito se descompone y eso genera radón, por lo que continuamente va emanando de las casas y hay medidores para conocer su concentración. El cáncer de pulmón en España se concentra en el noroeste, en la zona de Galicia, y en la zona norte de Madrid, donde existe mucho granito”.
"La idea es realizar una secuenciación masiva para ver qué tipo de alteraciones moleculares tienen los pacientes"
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Durante un total de tres años, Calvo aspira a reclutar un total de
350 pacientes “con
cáncer de pulmón no célula pequeña de reciente diagnóstico, pero independientemente de su estadio. La idea es realizar una
secuenciación masiva para ver qué tipo de alteraciones moleculares tienen, y se les entregará detectores de radón a cada paciente para que sean instalados en casa durante tres meses”.
Correlacionar el radón con posibles alteraciones moleculares
Una vez haya pasado este tiempo, la investigadora explica que “se recogerán
todos los detectores y se enviarán los
resultados a los laboratorios de la Universidad de Santiago de Compostela, donde el oncólogo
Alberto Ruano analizará los datos. La idea es
correlacionar los niveles de radón con posibles alteraciones moleculares detectadas, la supervivencia de los pacientes, etc.”.
"Se analizará si existe relación con el sexo, edad, el tipo concreto de tumor y el estadio"
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España lidera una investigación a gran escala para cercar al radón y conocer hasta qué punto este gas llega a aumentar el
riesgo de padecer cáncer de pulmón. En tres años, Calvo espera encontrar “alteraciones genómicas en los pacientes, y analizar si existe relación con el sexo, la edad, el tipo concreto de tumor y el estadio”.
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