Grupo de investigación coordinado por Juan Fernando Masa, jefe de grupo del Ciberes en el Hospital San Pedro Alcántara de Cáceres.
Abordar el
tratamiento eficaz de la
insuficiencia respiratoria causada por la
obesidad es el objetivo de la
Guía de Práctica Clínica co-dirigida por
Juan Fernando Masa –jefe de grupo del Ciber de Enfermedades Respiratorias (
Ciberes) en el
Hospital San Pedro Alcántara de Cáceres- para la American Thoracic Society, considerada la más importante del mundo en patologías respiratorias.
El documento, en el que han colaborado
17 especialistas de todo el mundo y que está también co-codirigido por
Babak Mokhlesi, de la Universidad de Chicago, determina las
evidencias en el diagnóstico y
tratamiento de la
insuficiencia respiratoria mediante la
ventilación no invasiva (VNI).
“Esta publicación tiene una
gran importancia para
estandarizar y
protocolarizar las
actuaciones médicas en la
práctica clínica, pero además suelen tener
implicaciones administrativas como la adquisición de equipos de diagnóstico o tratamiento, e incluso médico-legales”, indica Masa.
La Guía se basa en un estudio de Masa
La Guía se fundamenta en buena parte en un
estudio de Juan Fernando Masa en el que participaron 16 hospitales en España en colaboración con el Instituto de Salud Carlos III y la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), y que demuestra la
eficacia de la
ventilación no invasiva en el
tratamiento de la insuficiencia respiratoria causada por la
obesidad.
"El origen de la insuficiencia respiratoria radica en la acumulación de grasa en tórax y abdomen"
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Este estudio, que se recoge en la Guía, publicado previamente en
The Lancet con gran impacto mundial, ha contribuido a determinar además
cuál de los
tratamientos es
más eficaz, ya que hasta ahora no estaba definido. Además, ha demostrado por primera vez el grado de
disminución de las
consecuencias derivadas de la
insuficiencia respiratoria asociada al sobrepeso, como hipertensión arterial y pulmonar, ingresos hospitalarios y mortalidad; o si disminuyen de manera más notable dependiendo del tratamiento empleado.
Según explica el jefe de grupo del Ciberes, “el
origen de la insuficiencia respiratoria radica en la
acumulación de grasa en el
tórax y abdomen,
dificultando enormemente los movimientos respiratorios, llevando a una fatiga crónica de los músculos respiratorios, elevación del anhídrido carbónico en la sangre y narcosis del centro respiratorio”.
La clave es determinar cuál es el mejor tratamiento
Existen dos formas de ventilación no invasiva muy usadas en esta enfermedad. En una de ellas la presión positiva es aplicada intermitentemente mediante
mascarillas nasales o naso-orales. Esta es una forma de ventilación artificial, similar a la utilizada en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), pero que no requiere anestesia ni la introducción invasiva de un tubo en la tráquea.
La presión positiva aplicada intermitente mejora la insuficiencia respiratoria proporcionando reposo a los músculos respiratorios y disminuyendo la intoxicación (narcosis) cerebral por el anhídrido carbónico.
Otro tratamiento extendido en este tipo de patología es la presión positiva continua en la vía aérea (
CPAP), una forma de ventilación no invasiva más simple y utilizada como tratamiento habitual de las apneas de sueño.
La guía, después de un análisis pormenorizado de los datos publicados, encuentra que ambas formas de ventilación no invasiva tienen una efectividad similar pero la CPAP tiene menos coste y es más fácil de implementar. Por tanto el panel de expertos recomienda que este sea el tratamiento de primera línea en esta enfermedad. El beneficio económico en España sería alrededor de
1.000 € por paciente y año según se demostró en el estudio del
Lancet.
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