Inoculación de una vacuna a una trabajadora sanitaria.
Los esfuerzos de las autoridades sanitarias para frenar la caída de los índices de
vacunación contra la gripe entre los
profesionales de la sanidad siguen siendo en vano. Lo confirman los datos actualizados del
Ministerio de Sanidad del año 2023. En un contexto generalizado de descenso en las coberturas de vacunación gripal, los sanitarios destacan sobre todos los grupos de población de forma negativa: sólo el 41,9 por ciento se vacunó contra la gripe en 2023, un porcentaje que roza los niveles prepandemia y que supone, según Sanidad, la mayor caída interanual de todos los colectivos analizados.
Los
datos oficiales de coberturas de vacunación gripal de 2023, ya definitivos, confirman, en el caso de los profesionales de la sanidad, una tendencia a la baja que comenzó en 2021, después de que en 2020, año del estallido de la
pandemia de coronavirus, el 65,58 por ciento del colectivo sanitario se vacunara. Aquel pico ya se redujo en casi seis puntos de un año a otro: en 2021, el nivel de vacunación contra la gripe de los sanitarios fue del 59,97 por ciento. El descenso porcentual fue aún mayor en 2022: recibió la vacuna antigripal el 50,84 por ciento de los trabajadores de la sanidad. O, lo que es lo mismo:
casi la mitad no se vacunó.
En octubre, los datos provisionales hablaban de una nueva y considerable caída, hasta el 43,76 por ciento, en la cobertura frente a
infecciones respiratorias de los sanitarios. Entonces, el Ministerio de Sanidad se fijó como objetivo, en su estrategia para la temporada invernal 2024-2025, que la tasa fuera, como mínimo, del 75 por ciento en este colectivo. Para ello se planteó
reforzar las campañas de concienciación con la colaboración de las comunidades autónomas.
A la espera de conocer datos provisionales de 2024 y de saber, por tanto, si las medidas de Sanidad han surtido efecto, la única certeza es que el porcentaje definitivo de vacunación contra la gripe fue del 41,9 por ciento en 2023, lo cual supone un descenso de casi nueve puntos respecto a 2022.
La cifra está sólo cerca de tres puntos por encima del 39,08 por ciento registrado en 2019, año inmediatamente anterior al de la
pandemia. Hasta entonces y desde 2017, primer año del que Sanidad ofrece datos, la tendencia era diametralmente inversa a la actual: desde el 31,09 por ciento de cobertura entre los sanitarios de 2017 se pasó a un 35,01 por ciento en 2018.
Tasa de vacunación entre sanitarios por CCAA
La
cobertura vacunal del personal sanitario es dispar entre comunidades autónomas. Sólo en tres, los trabajadores de sanidad que se vacunaron contra la gripe en 2023 representan una mayoría. Fueron
Galicia, con una tasa del 56,85 por ciento;
Asturias, con el 53,29 por ciento; y
Extremadura, con el 52,94 por ciento. Por encima de la media nacional hubo ocho: además de las tres anteriores, Canarias, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Andalucía y Cantabria.
El territorio con el índice de vacunación frente a la gripe más bajo dentro del colectivo sanitario fue
Cataluña, con sólo un 25,1 por ciento. Eso sin contar Melilla, donde el porcentaje fue del 20,97 por ciento. Sanidad no dispone de datos al respecto en la Comunidad Valenciana, las Islas Baleares y Ceuta.
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