Médicos de ramas con "mucha" presión asistencial explican los peligros que suponen este tipo de jornadas en sus vidas

Tres médicos explican los peligros que viven tras las guardias de 24 horas.
Los médicos Julio Castro, José María Fernández y Omar Suarez.


7 abr. 2024 13:55H
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La mayoría de los médicos coinciden en un aspecto relacionado con las guardias de 24 horas: son peligrosas para los pacientes. Y es que el cansancio y el estrés generado por estas jornadas pueden llegar a comprometer la atención de las personas que asisten a los hospitales. Pero, ¿también suponen un riesgo en la vida de los propios facultativos?

Julio Castro, médico de Urgencias, recuerda que, tras una guardia de 24 horas sin apenas dormir, volvió a su casa en coche y se quedó dormido durante el trayecto, teniendo que dar un "volantazo" para no estrellarse en mitad de la carretera. "También me he tenido que parar en una gasolinera a descansar para luego poder llegar a mi domicilio", ha detallado a Redacción Médica.

Pero no solo la integridad física del propio médico corre peligro tras realizarlas, sino también su salud mental, ya que generan "desórdenes emocionales" al estropearles el ciclo del sueño. "Durante las últimas horas estás muy estresado intentando poner toda la atención a los pacientes porque sabes que estás cansado", ha indicado.

Uno de los episodios más alarmantes que Castro recuerda ocurrió mientras ejercía como médico en una Uvi móvil. Justo iba a terminar una guardia de 24 horas, pero tuvo el aviso de un accidente grave con víctimas que tenía que atender junto a sus compañeros.

Consecuencias negativas de las guardias 


"Toda esa actuación fue completamente 'zombie' porque estaba muy cansado por haber dormido pocas horas. De hecho, cuando llegué a la base, no tenía fuerzas para coger mi coche y me quedé durmiendo allí un rato. Luego, al llegar a casa, estuve recapitulando lo que había hecho en ese aviso para confirmar que no había cometido ningún error. Afortunadamente todo salió bien, pero es una situación peligrosa", ha explicado.

A pesar de que la vida de José María Fernández no ha llegado a peligrar por las guardias, este especialista de Medicina Interna afirma que una de las “peores sensaciones” de su vida ocurre cuando lleva dormido entre 45 minutos y 2 horas durante una de estas jornadas y le llaman al busca para atender a un paciente “Tienes una sensación de taquicardia, malestar general, nauseas…Te cuesta incluso recuperarte y llevar a cabo la función para la que te avisan y reaccionar”, ha lamentado.


""Cuando llevas descansando entre 45 y 2 horas durante una guardia y te llaman al busca, es una de las peores sensaciones en la vida"



Medicina Interna "pivota" las guardias de los hospitales


La rama de Medicina Interna, según reconoce Fernández, es la que "pivota" las guardias de los servicios médicos de los hospitales, tanto grandes como pequeños, dando el 19 por ciento del total de las altas en España. "En el centro donde trabajo ahora, en Asturias, solo hacen guardias los profesionales de mi disciplina sanitaria, lo que significa que cualquier problema médico que haya cae sobre nosotros. Son muy duras", ha subrayado.

La consecuencia de ello es el cansancio que acumulan estos especialistas tras estar trabajando tantas horas seguidas, generándoles dificultades para concentrarse en cuestiones "aparentemente claras"  “Si ese mismo problema te lo planteas tras descansar, es facilísimo, pero en esos momentos no tienes esa capacidad”, ha lamentado.

Tensión alta y taquicardias: consecuencias de las guardias


Asimismo, también reconoce que, en ocasiones, cuando comprueba su tensión la tiene "más alta", tiene taquicardias y, debido a la fatiga acumulada, se vuelve "repetitivo" con los pacientes a la hora de preguntarles sobre sus síntomas.

Omar Suarez, pediatra, también ha sufrido los efectos del cansancio generado por las guardias de 24 horas. En este sentido, recuerda que, durante una madrugada, ingresó en su hospital un paciente grave al que había que intubarlo, sedarlo y trasladarlo a la UCI de otro centro. Debido al agotamiento acumulado, un momento de esta magnitud lo considera "extremo" por el estrés y la hora a la que lo atendió, pudiendo ser peligroso para la persona atendida.

Peligro en la carretera tras guardias de 24 horas


Otro de los factores negativos que Suarez resalta coincide con el de sus compañeros, y es el peligro de tener que coger el coche tras estas jornadas. En esta línea, explica que la “"alta de atención" que los médicos sufren en ese momento por el agotamiento puede suponer "un riesgo" para sus vidas.

Para concluir y como anécdota, este especialista explica estar tan cansado tras una guardia que no recordaba dónde había aparcado su coche y estuvo a punto de llamar a la policía. “Estuve media hora buscándolo y, ya preocupado, iba a denunciarlo porque creía que me lo habían robado. Pues resulta que lo había dejado en el parking de otro hospital cercano”, ha detallado entre risas.
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