Guardias de Navidad: "Cobrar 1.600 euros más no siempre merece la pena"

Trabajar en fechas tan señaladas como Nochebuena, Navidad, Nochevieja, Año Nuevo o el Día de Reyes no suele ser una decisión fácil de tomar. Sin embargo, el gran incentivo económico que suponen estos turnos y guardias hace que muchos profesionales sanitarios se planteen pasar estas jornadas en el hospital, renunciando así a disfrutarlas junto a los suyos. 

Como neuróloga, Cristina Guijarro conoce de primera mano lo que es cambiar el vestido de 'gala' por una bata blanca, algo que muchas veces 'viene dado' por parte del hospital y que no todo el mundo comprende. "Me he perdido tantas fiestas que la familia se acostumbra, pero no siempre es así", explica, ya que conoce a compañeras de profesión que "han roto relaciones por este motivo".
 

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"Me he perdido tantas fiestas que la familia se acostumbra, pero no siempre es así. Conozco a compañeras que han roto relaciones por este motivo".

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Por tanto, asegura que pese al beneficio salarial, cuya horquilla abarca "desde los 600 a los 1600 euros brutos", no deja de ser un sacrificio que "no siempre merece la pena". Ella misma lo comprobó personalmente, cuando en uno de los años en los que tuvo que trabajar en estas fechas, movilizó a su familia para que viajara hasta su localidad de trabajo en Nochevieja y Año Nuevo. "Me costó mucho más el alojamiento y las comidas que las guardias", explica.

Pero no todo el mundo tiene los mismos intereses y Guijarro ha coincidido con compañeros de profesión a los que define como "profesionales de las guardias de Navidad" que hacen estos turnos por voluntad propia ya que "se libran de las cenas familiares y sacan mucho dinero". Conoce incluso casos de 'compra-venta' de estos turnos entre profesionales dado el importe de su desempeño, pese a que sea ilegal intercambiarlos por dinero.

Trabajo como MIR en Nochebuena

Pese a que el importe recibido en por estas fechas aumente a medida que avanzan los años de residencia, las ganas de trabajarlas disminuyen, tal y como explica Inés Rodrigo, R2 de Medicina Familiar y Comunitaria. Para ella, estas guardias suponen "770 euros brutos, que descontando el IRPF se quedan en unos 600 euros netos", asegura. Sin embargo, a medida que los MIR adquieren experiencia, sus intereses cambian: "El año pasado todo el mundo quería hacer la guardia en superfestivo y no había puestos suficientes, sin embargo este año siendo R2 la gente ha priorizado pasar tiempo con su familia y la calidad de vida".

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"El año pasado todo el mundo quería hacer la guardia en súperfestivo y no había puestos suficientes, sin embargo este año siendo R2 la gente ha priorizado pasar tiempo con su familia y la calidad de vida"

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Pese al cambio de parecer entre sus compañeros respecto a hace un año, la propia Rodrigo explica que repartir estos turnos no ha sido motivo de conflicto: "Las personas que querían hacerlo se propusieron para ello, y se hizo un sorteo y el resto intentamos cuadrar los días que menos nos importaba hacer la guardia".

En su entorno "siempre hay opiniones diversas". Mientras hay quienes le aconsejan inclinarse por el dinero, también hay quienes comprenden su punto de vista. A título personal, pese a que asume la posibilidad de trabajar durante estas festividades como parte de su profesión, prefiere pasarlas junto a su familia. Este año, al tener que completar una ficha con su orden de prioridades ha elegido pasar la Nochebuena en el hospital, algo que su entorno "respetó a la perfección".

Turnos enfermeros en Navidad

Los profesionales de Enfermería, por su parte, pese a no desempeñar guardias de 24 horas se enfrentan a la posibilidad de realizar turnos en esas fechas. Tal y como expone Carolina Samalea, enfermera en Asturias, "Nochebuena y Nochevieja en turno diurno se cobran como festivos normales. Las noches se cobran el doble, lo mismo que Navidad y Año Nuevo". Haciendo cálculos, el importe sería de "un 10 o 15 por ciento del sueldo, en función de los días y el rotatorio que te toque trabajar", sostiene.

Para aquellas que tienen que ejercer en una de estas jornadas y no quieren hacerlo,"la única forma de poder librar esos días es solicitando días de asuntos propios o libre disposición generados durante el año". Samalea asegura que quienes tienen opción a decantarse por esta alternativa suelen hacerlo, independientemente de que "cada persona tiene sus necesidades económicas y compromisos familiares".

A su parecer, el mayor problema del modelo que sigue su hospital es "la poca antelación" con la que se comunica a los profesionales sus propios días libres: "Aunque los solicitamos con casi dos meses de antelación, puede suceder que no nos los confirmen hasta dos semanas antes o incluso menos". En su situación particular, el mayor inconveniente es "la incertidumbre", pero identifica mayores perjuicios en aquellos compañeros que deban visitar a familiares de otras regiones y planificar viajes. "La vida con turnos supone siempre una mayor penosidad, que al menos, bajo mi opinión debería tener una mayor retribución económica", concluye.