Los autores de la guía, Josep María Martí Climent
y Verónica Morán Velasco.
La
prontoterapia se está consolidando y es una herramienta en
plena expansión, por lo que
proteger a los profesionales mientras ejercen su labor de cuidar a los pacientes es una tarea que cada vez requiere
más atención y visibilidad. La
protección radiológica en una
instalación de protonterapia resulta esencial, y el Servicio de Radiofísica y Protección Radiológica de la
Clínica Universidad de Navarra ha elaborado una guía para fomentar la formación y el entrenamiento de la
protección radiológica en este ámbito.
Después de recopilar los resultados de un
curso teórico-práctico sobre
protección radiológica en la guía,
Verónica Morán, biofísica y una de las autoras, afirma en
Redacción Médica que “la persona que está desarrollando su trabajo debe sentirse segura y protegida, además de tener claro que
su salud no se está deteriorando. Todos los meses los
dosímetros de estas personas son analizados para informarles de si se ve algún valor fuera de lo esperado para este grupo de trabajo. No pueden recibir una radiación más allá de la que sufre cualquier persona por vivir en el mundo, la denominada
radiación de fondo. Así pues, la guía incluye formaciones y procedimientos diseñados para disminuir el riesgo”.
A la hora de redactar la memoria de
la puesta en funcionamiento de una instalación de prontoterapia, la especialista recuerda que "se hizo una estimación de las dosis y se realizaron cálculos debido a la falta de experiencia. Además, se llevó a cabo mucha
revisión bibliográfica y se hicieron viajes a otros países con instalaciones similares para poder
compartir información. Así pues, la guía recopila los datos recogidos durante los primeros años de funcionamiento de la instalación al servicio de la gente. Por otra parte, se ha enviado esta información a todos los centros que tienen docencia dirigida al
tutor de residentes y a los
jefes del Servicio de Protección Radiológica de todos los hospitales de España”.
"Las técnicas se pueden optimizar en el futuro a través de tratamientos hipofraccionados o incluir terapias como puede ser el flash"
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Contar con nociones de protección radiológica es imprescindible para el profesional a la hora de tratar a pacientes con prontoterapia. "Las instituciones encargadas de otorgar la autorización para usar esta tecnología son el
Consejo de Seguridad Nuclear y el
Ministerio de Industria. Toda la información recopilada en la guía juega un papel fundamental desde el inicio del
diseño y funcionamiento de la
instalación, además de un apartado relacionado con los
sistemas de seguridad necesarios. Las técnicas se pueden optimizar en el futuro a través de tratamientos hipofraccionados o incluir terapias como puede ser el flash", recalca la especialista.
Sesiones clínicas de la Guía de Prontoterapia
A lo largo de toda la guía se muestran el punto de vista y el enfoque de
distintos perfiles profesionales a la hora de utilizar la prontoterapia. “Resultan de vital importancia los capítulos de
profesores universitarios centrados en el estudio de neutrones, las radiaciones secundarias que generan y cómo debe protegerse el especialista. Existe un apartado de
sesión clínica, en que el médico cuenta las ventajas de la prontoterapia en los pacientes, los procedimientos, la forma de trabajar y las medidas que se deben de tomar. Se resalta también que independientemente del equipo que se adquiere, desde el punto de vista de protección radiológica las instalaciones son parecidas, por lo que los profesionales se enfrentarán al mismo problema, que es
cómo manejar este tipo de tecnología”.
Los
oncólogos radioterápicos poco a poco han abrazado el uso de la prontoterapia en sus funciones a la hora de abordar diferentes tumores con mayor eficacia, y un capítulo de la publicación se centra en diferentes indicaciones clínicas, además de la comparación de diferentes guías. “Los especialistas deben de tener en cuenta
el perfil de pacientes que se está tratando, además de que se exponen ejemplos de
planes de tratamiento logrados con fotones y protones para conocer las localizaciones donde se logra una mejor distribución de la dosis. El objetivo de cualquier tratamiento es tratar el tumor y reducir al mínimo posible el daño que reciben los tejidos sanos que están alrededor”, explica la biofísica.
"El objetivo es tratar el tumor y reducir al mínimo posible el daño que reciben los tejidos sanos que están alrededor"
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El libro logró ser editado tras lograr una
subvención para la realización de actividades de formación, información y divulgación relacionadas con la seguridad nuclear y la protección radiológica del
Consejo de Seguridad Nuclear. “Esta guía, en la que también ha colaborado en su confección el Consejo, está formada por las indicaciones que se deben seguir para pedir la autorización de funcionamiento de las instalaciones de prontoterapia”, recalca la especialista, que desea en un futuro no muy lejano llevar a cabo una segunda parte con los contenidos de la
nueva edición del curso realizada en febrero.
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.