Entre los causantes de este agotamiento está el "maltrato" por parte de pacientes y del sistema.
En los últimos años, la
salud mental se ha puesto en el foco del debate político y social. Tras una
pandemia que obligó a los sanitarios a vivir situaciones límite, estos profesionales no han quedado excluidos de la discusión. Ana Gutiérrez Salegui, psicóloga forense, señala que a los especialistas "les cuesta mucho" admitir que sufren
burnout, ansiedad o depresión. "Mantenemos la idea de que si admitimos tener problemas va a afectar a nuestra imagen como profesional", indica Gutiérrez.
La especialista subraya que los sanitarios, a pesar de sus conocimientos, siguen teniendo complicaciones a la hora de darse cuenta de las señales de que algo no va bien. "Hacer un
autodiagnóstico es difícil", apunta Gutiérrez. La psicóloga explica que la principal señal de que hay un problema es la
irritabilidad hacia los pacientes. También si hay
dificultad para conciliar el sueño o
síntomas de origen psicosomático. Los propios compañeros pueden ayudar en la detección de estos síntomas, observando si hay
hostilidad o
cambios en la forma de ser de estas personas.
El burnout en sanitarios
Gutiérrez hace hincapié en la necesidad de
consultar con un psicólogo si se ven estas señales. La principial manifestación de estos síntomas está en el
burnout o agotamiento del trabajo. "La persona se va desgastando, progresivamente. El porqué tiene que ver mucho con cómo trabajabamos y la
estructura sanitaria española", indica Gutiérrez. Además, trabajar con personas y no siempre tener los resultados que los profesionales desean les afecta. "Empezamos a crear una distancia emocional, a
deshumanizar a los pacientes, porque llega un momento donde nos desgasta mucho, nos duele trabajar con ellos", explica.
"El sistema rotatorio de turnos va contra los ritmos biológicos normales"
|
Las
condiciones laborales no ayudan, apunta la psicóloga. El
sistema rotatorio de turnos "va contra los ritmos biológicos normales". La especialista explica que ella ha tenido muchos casos de sanitarios con
cuadros de estrés o ansiedad donde era "imposible" intentar planificar actividades de ocio. "Sus turnos no les permitían una continuidad, que es fundamental. Entonces acababan encerrándose, y ese es uno de los mayores errores: ir del trabajo a casa y de casa al trabajo".
Entre los causantes de este agotamiento también está el
"maltrato" que se recibe por parte de los pacientes y del
sistema sanitario, señala Gutiérrez. "La sanidad durante décadas ha estado socialmente bien vista", indica, algo que ahora ya no es igual. "Los profesionales perciben que tiene
muy mala remuneración por parte de los usuarios y del sistema", explica la especialista. "Eso acaba quemando y repercutiendo en nuestra implicación del trabajo, que es la base en nuestra labor. También repercute en la
calidad asistencial que impartimos. Si no estamos al 100 por 100, es difícil que lo hagamos todo lo bien que podemos o sabemos", añade.
Mobbing, "tabú" en la sanidad
Los casos más graves de sanitarios con problemas de salud mental que ha visto Gutiérrez tienen que ver con el
mobbing, tanto en vertical, de arriba a abajo, como entre compañeros.
"Es bastante tabú", señala. Según la especialista, el sistema de funcionariado "dota de cierta sensación de
impunidad a los acosadores porque se creen que nos les afecta en su trabajo, que pueden hacerse imponer". La realidad, apunta, es que es "muy difícil" que estas personas sufran consecuencias. La psicóloga afirma que esto se debería manejar con
protocolos de acoso y buenas investigaciones internas cuando se produce una denuncia, "para que la víctimas no se sintiera tan
abandonada por parte del sistema, y el acosador no se sintiera tan impune". Además, se da una "falta de solidaridad" entre compañeros, porque la gente "tiene miedo a ser los siguientes". "La víctima se siente absolutamente abandonada también por los que considera que son sus iguales y que, por naturaleza, deberían apoyarla", añade.
La especialista apuesta por la creación de
unidades específicas en los hospitales para
detectar, prevenir e intervenir en la salud mental del colectivo sanitario, como ya ocurre en otros países europeos. No solo para tratar problemas derivados de su labor sanitaria, sino también de índole personal, como puede ser, por ejemplo, un
duelo por el fallecimiento de un familiar o por padecer un
trastorno bipolar. Gutiérrez afirma que en Estados como
Reino Unido estas unidades ya están instaladas desde hace años y "funcionan muy bien".
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.