A la espera de la homologación: "Soy médica pero trabajo en limpieza"

Desde hace ocho meses trabaja como limpiadora del hogar, aunque estudió seis años Medicina en Cuba e hizo otros dos de especialidad en Medicina de Familia. Amanda Verdecia Troya, tiene 29 años y hace tres llegó a España con la ilusión de prepararse para el examen para Médico Interno Residente (MIR) y continuar con su formación profesional; sin embargo, las cosas no han salido como esperaba.

El proceso de homologación de su título extranjero lo inició en mayo de 2021 desde su país natal. Con la idea de que solo tardaría unos meses, llegó a Barcelona en octubre de ese año para inscribirse en una academia al año siguiente y presentarse al examen MIR de 2023. "Iba a estudiar ese año completo en la academia, pero al ver que se demoraba el título en homologarse, la dejé. Si no tienes el título homologado no te puedes presentar a hacer el MIR y estos cursos cuestan dinero", cuenta a Redacción Médica. Ante las demoras, no tuvo más opción que buscar empleo. Amanda ha trabajado de camarera, de ayudante de cocina y, desde hace menos de un año, en limpieza del hogar.

A más de tres años de iniciado el proceso de homologación de su título solo ha tenido noticias una vez sobre el estado de su documentación. "Me hicieron un requerimiento a los dos años, en mayo de 2023. Me pidieron mostrar los documentos originales", detalla, pese a que esos documentos ya los había presentado, tanto en original como en copia, cuando inició su expediente. Tras cumplir con ese requerimiento, el estado de su trámite cambió. Esa fue la última actualización, hasta el momento no tiene ninguna otra novedad al respecto. "Ese estado está así, inmóvil desde hace más de un año", dice.

La espera de los extracomunitarios

Esta situación también le ha hecho pensar en volver a Cuba, aunque ha preferido mantenerse firme y en la lucha: "Uno se ve en situaciones extrañas, en situaciones difíciles que nunca antes. Uno migra dispuesto a trabajar en muchas cosas, pero piensa que se va a resolver rápido y, claro, a veces tienes estos episodios de depresión, ansiedad de volver a tu país".

Mientras dura la espera, intenta ganarse la vida como puede sin perder la esperanza de que en algún momento se resolverá su proceso de homologación y podrá trabajar en su profesión. Una pasión que le llega de familia, ya que tanto su padre como sus hermanos son médicos, con la diferencia de que ellos sí ejercen en España. "Mi ilusión era trabajar en esto que me gusta y que estudié por vocación, pero no ha podido ser", lamenta.

Por ahora, solo quiere que la situación "se solucione" no solo para ella, sino para tantos profesionales sanitarios extracomunitarios que reclaman al Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades la agilización de sus procesos. "Espero trabajar en lo mío, en lo que me gusta y sé hacer, que es la Medicina", señala.