Se trata de un dispositivo que contiene una pequeña aguja hecha de insulina comprimida, que se activa en el estómago

Desarrollan una cápsula comestible para administrar la insulina
Prototipo de la cápsula de insulina.


8 feb. 2019 14:50H
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Un equipo del Instituto de Tecnología de Massachusetts ha desarrollado una cápsula masticable para administrar la dosis de insulina, lo que podría reemplazar a las inyecciones que las personas con diabetes tipo 2 deben administrarse cada día. Además, el dispositivo se puede adaptar para suministrar otros fármacos.

Se trata de una cápsula con un tamaño similar al de un arándano que contiene una pequeña aguja hecha de insulina comprimida, que se activa una vez que la cápsula llega al estómago. Los investigadores han demostrado en animales que la cápsula administra la cantidad suficiente de insulina para reducir el azúcar en la sangre a niveles comparables a los producidos por las inyecciones tradicionales administradas a través de la piel.


Uno de los objetivos de los investigadores es que el dispositivo se pueda adaptar para suministrar también otros fármacos


La punta de la aguja está hecha de insulina liofilizada y comprimida. El eje de la aguja, que no llega a introducirse en la pared del estómago, está hecho de otro material biodegradable. Los investigadores indican que la aguja está unida a un resorte comprimido que se mantiene gracias a un disco hecho de azúcar. Cuando se ingiere la cápsula, el agua que hay en el estómago disuelve este disco, liberando el resorte e inyectando la aguja en la pared del estómago. Debido a que la pared del estómago no tiene receptores de dolor, los científicos creen que los pacientes no podrían sentir la inyección.

Para asegurarse de que la insulina se inyecta exactamente en la pared del estómago, diseñaron un sistema para que, sin importar cómo caiga la cápsula en el estómago, pueda orientarse para que la aguja esté en contacto con el revestimiento del mismo. Abramson, uno de los científicos participantes en el estudio, subraya que lo importante es "que en el momento en el que se ingiere la aguja entre en contacto con el tejido", y añade que si la persona se mueve o el estómago crece, "el dispositivo no se desplazaría".

Robert Langer, otro de los autores principales del estudio, ha asegurado: "Tenemos muchas esperanzas de que este nuevo tipo de cápsula pueda ayudar a los pacientes diabéticos y, es posible, que a cualquiera que requiera terapias que ahora solo se pueden administrar mediante inyección o infusión".
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