Vicente Matas y Francisco José Sáez, de la SEMG.
Las Consejerías de Salud de las comunidades autónomas ya han empezado a hacer efectiva la resolución gubernamental de considerar el
Covid-19 como enfermedad común y no accidente laboral en caso de los profesionales sanitarios. Un cambio en el ‘estatus’ de la enfermedad que repercute de manera directa en el bolsillo del especialista, puesto que el sanitario con guardias puede perder hasta
1.800 euros brutos al mes si tiene que solicitar la
baja laboral por coronavirus.
El pasado 5 de julio el Gobierno de
España declaró la finalización de la situación de crisis sanitaria ocasionada por el Covid-19, lo que supuso que el contagio por coronavirus dejó de ser considerado como
enfermedad profesional, tal y como adelantó Redacción Médica. La circular mandada por la Dirección Técnica de Sistemas de Información de la Comunidad de Madrid, a la que ha tenido acceso este diario, estipula que “los procesos de Incapacidad Temporal (
IT) por Covid-19 de fecha de baja 26/07/2023 o posterior, dejan de tener la consideración de situación asimilada a
accidente de trabajo para la prestación económica de la IT, salvo los considerados recaída de uno de fecha anterior a 26/07/2023”.
Matas: "Si el sanitario hace entre 2 y 3 guardias al mes, la pérdida estaría entre 1.400 y 1.800€ brutos al mes"
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Esto supone, según
Vicente Matas, miembro del Grupo Senior de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (
SEMG), una
pérdida económica de “entre 1.400 y 1.800 euros brutos al mes”, si el médico hace entre dos y tres guardias al mes en un centro sanitario urbano. Si bien esa cifra podría variar en las zonas más rurales y de difícil cobertura, Matas asegura que la variación cambiaría “poco”.
“Hasta la entrada en vigor de esta norma, la
baja IT suponía el pago del cien por cien del sueldo del trabajador por parte del
Instituto Nacional de Seguridad Social (INSS), al considerarse el pago como accidente laboral a su cargo. Ahora la empresa aplica el pago normal, 60 por ciento de la base reguladora desde el cuarto día de la baja hasta el vigésimo inclusive, y el 75 por ciento desde el día 21 en adelante. El
INSS se ahorra 7 días como poco en cada paciente con Covid-19”, explica a
Redacción Médica José Francisco Sáez, vocal en la Federación de Asociaciones Científico Médico Españolas (Facme) de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia.
A pesar de que la consideración del Covid-19 como enfermedad haya cambiado, desde el Ministerio de Sanidad siguen manteniendo dos de las actuaciones que desplegaron por la aparición del
nuevo coronavirus. Se trata, concretamente, de la
dispensación remota de los medicamentos y la incorporación de los
sistemas de vigilancia y de seguimiento de vacunación. Por lo tanto, y tal y como publicó este diario, las
comunidades autónomas seguirán estando obligadas a remitir sus cifras de cobertura vacunal al ministerio.
Sáez: "Ya no se harán test diagnósticos de covid y se dará la baja IT como si de un catarro se tratase"
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Pacientes con covid persistente, en el ‘limbo’
“Esto cambia el concepto del Covid-19 de forma radical, ya que al ser una enfermedad común no se asocia con la obligación de confirmación diagnóstica, por lo que va a
dejar de realizarse test y a calificar de una IT de catarro y nada más”, añade Sáez, quien incide en que este cambio supondrá “la
desaparición de los covid persistente”.
Es decir, que el representante de la sociedad médica apunta a que las personas que padezcan el
long covid serán las que más perjudicadas saldrán, ya que la pérdida económica será más profunda. “Si un sanitario sufre un covid persistente o un covid con secuelas, que puede llegar a un año de baja IT, imagínate el ahorro del INSS”, recalca.
Concretamente, el
long covid lo padece entre el 10 y el 20 por ciento de las personas que han sufrido una infección por SARS-CoV-2, según la última actualización que realizaó la sociedad médica. Tal y como puso de relieve una encuesta llevada a cabo por la Red Española de Investigación en Covid Persistente (
REiCOP) hace unas semanas, el 27 por ciento de los sanitarios con dicha patología se encuentran de baja, el 19 por ciento trabajando "con muchísimas dificultades", el 9,5 por ciento ha perdido su trabajo a raíz de la enfermedad, el 2,5 por ciento se encuentra con una "incapacidad permanente", y el 1,6 por ciento tiene alguna otra enfermedad. "La
afectación laboral del covid persistente es muy importante", esbozaron desde la entidad.
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