Sara Calderón, médica de Familia en Londres.
Las condiciones laborales que presenta actualmente la
Atención Primaria están ‘empujando’ a los nuevos especialistas de Medicina de Familia a comenzar una aventura en el
extranjero en busca de un desarrollo profesional que en España ven imposible ante el actual colapso del primer nivel asistencial. Cada vez son más los que deciden este cambio de aires, algo que desde el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM) ven con preocupación ante el
déficit de profesionales que vive la especialidad y el riesgo que supone esto para dar continuidad al relevo generacional.
Para tratar de disminuir este éxodo de profesionales, la organización médica ha puesto en marcha una
encuesta con el objetivo de conocer los motivos por los que se fueron y las condiciones que deben darse para su vuelta. Al frente de este proyecto se encuentra
Sara Calderón, una médica de Familia formada en Granada que ejerce actualmente como especialista en el
XX Place Health centre, situado en el barrio londinense de Tower Hamlets. Al mismo tiempo, investiga en el Centro de Atención Primaria y Salud Pública de la Universidad Queen Mary de Londres. Una combinación que, según relata en una entrevista con
Redacción Médica, resulta “imposible” en España. Además, la especialista aborda el proceso de irse al extranjero, los detalles de la encuesta a los médicos emigrados y qué tiene que suceder para que vuelvan.
¿Por qué han decidido hacer la encuesta a médicos de Familia que han emigrado?
El estudio nace de la mano de varios médicos de Familia formados en España, y que, actualmente, trabajamos en el extranjero vinculados a las universidades Queen Mary e Imperial de Londres (Reino Unido) y Ámsterdam UMC (Países Bajos). Los objetivos son identificar las razones por las cuales los médicos de Familia formados en España deciden migrar al extranjero y también explorar las posibles barreras para su regreso a la Atención Primaria española. Confiamos en que los resultados puedan contribuir al desarrollo de políticas de retención y contratación de médicos de Familia eficaces.
¿El fin último es averiguar las condiciones para volver?
Efectivamente, por una parte, por qué nos vamos y, por otra, qué tendría que cambiar no solo para que volvamos sino también para que futuros profesionales no se tengan que marchar. La Atención Primaria española debería constituir un espacio laboral atractivo y estimulante para sus profesionales.
¿Tiene datos preliminares de las encuestas?
Todavía no. En breves, la Organización Médica Colegial (OMC) comenzará con la difusión del cuestionario. La literatura disponible identifica una combinación de factores “push” (o de empuje) en relación con posibles carencias en el país de origen, y factores “pull” (o de atracción) relacionados con las mejores condiciones y oportunidades en los países de destino. Con frecuencia, los factores son múltiples e incluyen desde motivos personales, hasta económicos, relacionados con el desarrollo profesional, la gestión y la organización del sistema sanitario, o el prestigio y reconocimiento social de los profesionales. Sin embargo, la mayor parte de los estudios investigan la movilidad o migración de profesionales sanitarios en general, sin hacer distinción por especialidades, como, por ejemplo, la Medicina Familiar y Comunitaria. Confiamos en que nuestro estudio contribuya a arrojar luz al respecto.
"Desde 2010 han migrado 4.178 especialistas, lo que supone unos 1.252 médicos de Familia"
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¿La encuesta está dirigida a médicos de Familia que se hayan ido a cualquier país del mundo o solo en Europa?
La encuesta está dirigida a médicos de Familia que emigraron de España después del 2010 a cualquier país, es decir, tanto Europa como extraeuropeos. De hecho, la OMC la ha distribuido a todos los médicos de Familia que han pedido certificados de idoneidad desde el 2010.
¿Conoce entonces cuántos médicos de Familia se han ido en la última década?
Esto es muy interesante. Únicamente disponemos de estimaciones. La OMC publica anualmente un informe con el número de certificados de idoneidad emitidos, que son en torno a 4.000. De los cuales, aproximadamente un 30 por ciento lo solicitan médicos de Familia. Sin embargo, no todos los que solicitan el certificado acaban yéndose y, además, pueden emitirse más de un certificado por persona, ya que caducan a los tres meses y hay que solicitar uno por cada país al que se esté considerando emigrar. Entonces, no es un dato muy preciso. En contraposición, si atendemos a los datos publicados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), cuya fuente primaria son los países receptores, vemos que desde 2010 han migrado 4.178 especialistas. Si asumimos que aproximadamente el 30 por cierto son médicos de Familia, estaríamos hablando de unos 1.252 médicos de Familia en la última década.
¿Es un dato alarmante?
Es importante, sin duda. Existe un problema de falta de especialistas de Medicina Familiar y Comunitaria en España que se ha agravado durante la pandemia. Además, las proyecciones a medio plazo son de un gran déficit. Aunque la salida de profesionales desde España pueda parecer poco relevante en términos cuantitativos, es un importante indicador de la gravedad de la situación laboral en el país. Nos indica que la atención primaria española no constituye un destino profesional atractivo (ni suficiente) para sus profesionales, lo cual afecta al relevo generacional y a su sostenibilidad a corto, medio y largo plazo.
"Primaria no es un destino profesional atractivo ni suficiente para sus profesionales. Esto afecta al relevo generacional y la sostenibilidad a corto-medio plazo"
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¿La situación irá a peor en el futuro?
Desde luego que sí. A no ser que las condiciones laborales en Atención Primaria en España mejoren, los médicos de Familia que se han ido no volverán, muchos se verán obligados a irse, y lo que es más grave, cada vez menos médicos elegirán ser especialistas de Familia.
¿Usted por qué se fue?
Yo terminé la residencia en el 2017 en Granada y me marché a Londres (Reino Unido) en el 2018. Fue por falta de financiación e infraestructura para investigar junto con la imposibilidad de compaginarlo con la clínica. Hacer un doctorado o investigar en Primaria en España normalmente implica realizarlo en tu tiempo libre y con escasos recursos. Además, cuando terminé la residencia no había contratos de larga duración ni flexibilidad para combinarlo con otras ambiciones profesionales, como pueden ser la docencia o la investigación. En Reino Unido me ofrecieron una beca para investigar, acceso a un departamento de AP multidisciplinar y la posibilidad de combinarlo con la práctica clínica. Actualmente, trabajo 2 días en semana en un centro de salud y 3 en la universidad, donde compagino la docencia a estudiantes de medicina con la investigación.
¿Es solo cuestión de tiempo o hay más detalles que importan?
Es también cuestión de financiación e infraestructura. Aquí existen departamentos de AP multidisciplinares en todas las facultades de Medicina y vínculos consolidados entre centros de salud y universidades. Mientras que en España en muchas Universidades no existen departamentos de AP o carecen de recursos y presupuesto suficientes.
¿Si pudiera volver atrás se volvería ir?
Sí, me volvería a ir. Si hubiera tenido financiación, departamentos universitarios de AP multidisciplinar en cualquier facultad de Medicina y posibilidad de combinarlo con asistencia clínica en un centro de salud me hubiera quedado. Nosotros somos gente joven que quiere dar lo mejor de sí y desafortunadamente en España no podemos. Mientras veo como los médicos de Familia británicos no se tienen que ir a ningún sitio para desarrollarse profesionalmente.
"En la investigación y docencia, ir al extranjero en determinados países ofrece muchas oportunidades para ese desarrollo profesional que muchos perseguimos"
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¿Le recomendaría irse a alguien que esté en una situación parecida?
Irse no es una alternativa para todos, ni mucho menos. Es una decisión muy personal. Desde luego que sacrificas muchas cosas cuando te marchas. Cada experiencia es distinta y no todo es un camino de rosas. Hay cosas muy satisfactorias y otras que lo son mucho menos. Lo ideal es que nadie tuviera que verse en la situación de irse.
¿Se pinta más bonito de lo que es?
Hay aspectos positivos y negativos. En lo profesional, en la investigación y docencia, ir al extranjero en determinados países ofrece muchas oportunidades para ese desarrollo profesional que muchos perseguimos. Pero esto tiene un coste, y sin duda preferiría ejercer en España. Al final trabajas en un idioma que no es el tuyo, en un país que es ajeno, con una cultura distinta, y alejado de tu familia y seres queridos.
¿El coste a pagar es demasiado alto o merece la pena?
En mi caso, creo que la experiencia ha merecido la pena. Sin duda ha contribuido a mi desarrollo profesional y confío en que, si algún día regreso, todo lo aprendido pueda también revertir en la mejora de la Atención Primaria en España. Que haya servido para avanzar.
¿Qué condiciones se tienen que dar para que vuelva?
Posibilidades para desarrollar mi trabajo de forma satisfactoria y progresar en mi carrera profesional, tanto en el ámbito asistencial como en la investigación y en la docencia. Necesitaría oportunidades para investigar en departamentos universitarios de Atención Primaria multidisciplinares, que se aumentara la presencia de la Medicina de Familia en las facultades de Medicina y poder combinar la investigación y la docencia a estudiantes y a residentes con mi trabajo clínico. Necesitaría tener acceso a un contrato de larga duración en un centro de salud y que las condiciones asistencias mejorasen. En última instancia, necesitaría de una Atención Primaria fortalecida, que me permitiera realizar mi trabajo de la mejor forma posible y desarrollarme profesionalmente.
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