La DANA, más allá de Valencia: arquitectura llama a reubicar hospitales

Los hospitales tampoco son inmunes a temporales como la DANA que azotó en octubre Valencia o las lluvias que inundaron el Hospital Clínico de Málaga a mediados de noviembre. Por ello, estos equipamientos sanitarios, así como el resto, deben tener en cuenta en su diseño desde la ubicación en los que se pretenden construir hasta la actividad que va a desarrollar cada una de sus partes, también de aquellos centros que funcionan desde hace tiempo.

Dos casos que han emergido en las últimas semanas son los del nuevo Hospital Trueta de Girona y el nuevo hospital de Tortosa, ambos ubicados en terrenos en parte inundables. La redacción del proyecto del nuevo Campus de Salut, que hace referencia al primero, señala que "los terrenos del entorno de las edificaciones son inundables en caso de episodios de avenidas de 100 y 500 años de periodo de retorno y ocupan parcialmente la zona de flujo preferente". Por su parte, en el de Tortosa, el pleno del Ajuntament del municipio aprobó la modificación del Plan de Ordenación Urbanística Municipal para poder construir el nuevo hospital en terrenos cualificados de inundables.

Roger Sauquet, arquitecto especialista en recuperación post-catastrófica y profesor de la Escola Tècnica Superior d'Arquitectura del Vallès-Universitat Politècnica de Catalunya, ha abogado por "replantear" aquellas infraestructuras sanitarias que están aún por construir y planificadas en zonas inundables. "El primer planteamiento es ubicar los hospitales fuera de zonas inundables y cuantificar bien el visor de inundaciones", ha señalado a Redacción Médica.

Hospitales con riesgo y estratificación

En España hay cerca de 50 hospitales que se encuentran en zonas inundables. En Cataluña, según Sauquet, tan solo "una parte muy pequeña tiene riesgo de zona inundable" en el Hospital Universitari de Bellvitge por su cercanía con el río Llobregat. El Hospital del Mar podría tener riesgo por cuestión de temporal de mar y la mayoría de afectaciones en este tipo de fenómenos extremos han sido en centros de Atención Primaria, con inundaciones leves en bajos y goteras.

A pesar de que haya hospitales en zonas inundables, "pueden ser un cierto refugio", ha apuntado el arquitecto, en relación a la seguridad tanto de pacientes como profesionales sanitarios. "La trampa es el comportamiento del humano y edificios viejos, si se derrumban", pero el experto ha destacado que los hospitales construidos a partir de 1970 son edificaciones modernas que "no plantean problemas de carácter estructural".

El principal problema de los equipamientos sanitarios construidos en zonas inundables es que los accesos queden en entredicho en caso de temporal. "Los accesos es una de las partes a analizar porque es vital seguir atendiendo las urgencias", ha apuntado Sauquet, por lo que estos servicios deben estar fuera de zonas inundables y, en caso de estar en ellas, elevarlos a cotas superiores.

Esta iniciativa se enmarca en la estrategia de estratificación de usos de un hospital o centro de salud. Para ello se tiene que "analizar la cota en caso de inundación, ver qué queda por encima y por debajo" y situar en las partes más altas a los pacientes, cuyos espacios de pernoctación ya se encuentran a menudo en plantas elevadas, y otro tipo de actividades cuyo valor tenga importancia en cuanto a coste o recuperación, tal y como ha señalado el arquitecto.

Autonomía energética y agua potable

Sauquet hace hincapié en tener en cuenta otro tipo de servicios, como la autonomía energética y abastecimiento de agua potable. En temporales como el de Valencia "puede quedar afectada el agua potable, por lo que hay que tener planes de contingencia aparentemente más exagerados, pero que después agradeces si todo falla", ha remarcado.

Por ello, se debe estudiar la posibilidad de algún "sistema que garantice un posible funcionamiento de alcantarillado si hay una inundación de varios días", uno de los aprendizajes en cuanto a servicios básicos de lo sucedido en Valencia, así como la estratificación dejando en zonas vulnerables "usos menores, no de utilidad inmediata", ha sentenciado el arquitecto.