Patricia Lacruz, directora general de Cartera Común de Servicios del SNS y Farmacia.
El
Ministerio de Sanidad ha publicado el
segundo informe de resultados en salud de un medicamento incluido en Valtermed, el sistema de información para determinar el valor terapéutico y económico de los fármacos del Sistema Nacional de Salud (SNS). Este documento evalúa la seguridad y eficacia de la
inotuzumab ozogamicina (Besponsa), de Pfizer, que está indicado para el tratamiento de los pacientes con
leucemia linfoblástica aguda.
El estudio indica que, tal y como establece el protocolo farmacoclínico,
“
se realizarán al menos dos evaluaciones de la respuesta, una inicial (aproximadamente al mes), otra a los 2 meses y a los tres meses;
luego cada 3 meses durante 1 año y cada 6 meses durante el segundo año”. Las valoraciones continuarán hasta progresión o según protocolos locales, mientras que
la evaluación deberá incluir al menos un estudio morfológico y por citometría de flujo en médula ósea para CD22 (inotuzumab).
De hecho, Sanidad sostiene que, por el momento, y aun siendo de alto interés los resultados que se recogen en este informe, “
no pueden extraerse conclusiones robustas con los datos disponibles dado que
es necesario disponer de un mayor registro en todos los pacientes que han iniciado tratamiento” y, como en todos los estudios, de resultados a más “largo plazo”.
En base a los datos observados, de entre los 49 pacientes que inician tratamiento con inotuzumab ozogamicina,
Valtermed dispone de datos sobre evaluación de la respuesta en 42 de ellos. Utilizando esta última cifra como referencia,
se estima una efectividad del 57 por ciento, “aunque este dato
puede estar sobreestimando la efectividad real dado que no se dispone s del registro de evaluación de la respuesta en el 14 por ciento de los pacientes que han iniciado tratamientos”, según señala el informe.
Estos resultados “distan notoriamente de los obtenidos en el
ensayo clínico pivotal Fase III aleatorizado abierto (B1931022)”, que con una muestra de 164 pacientes en el grupo tratado con inotuzumab ozogamicina obtiene una tasa de respuesta del 80,7 por ciento. Sin embargo, en su análisis, Sanidad sostiene que “hay que considerar que el análisis de resultados en el ensayo pivotal es por intención de tratar”, mientras que el análisis de la respuesta al tratamiento realizada con los datos de Valtermed “
se ha llevado a cabo utilizando información de la última evaluación de la respuesta realizada a los pacientes”.
Los datos de Valtermed, "peores" que los del ensayo clínico
En lo que se refiere al objetivo último del tratamiento que es, recibir el trasplante alogénico de progenitores hematopoyéticos (alo-TPH), en 16 pacientes éste se realiza tras recibir el tratamiento, lo que equivaldría a un 32,6 por ciento de los 49 pacientes que inician tratamiento, y un 38,1 por ciento de los 42 que poseen al menos una evaluación de la respuesta. De ellos, un paciente recibe el trasplante “sin haber respondido previamente al tratamiento”. No obstante, en el ensayo clínico pivotal, el 47 por ciento (77 de 164 pacientes de este ensayo) de los que reciben el tratamiento son sometidos a alo-TPH y, por tanto, “los datos de Valtermed son peores que en el ensayo clínico”.
Si tenemos en cuenta el requisito de haber tenido RC morfológica o RC con EMR previa a recibir alo-TPH, en la última evaluación, un 62,5 por ciento (15 de 24 pacientes) de los pacientes se someten a alo-TPH. Finalmente, de los 16 pacientes trasplantados, 5 (31,3 por ciento) desarrollan EVO/SOS después de recibir el trasplante y 7 (43,8 por ciento) fallecen tras el trasplante. Es interesante mencionar que en Valtermed, 3 (12,5 por ciento) pacientes recaen tras al menos una evaluación con RC morfológica o RC con EMR y por tanto, no llegan a recibir un alo-TPH.
Índice de supervivencia y efectos adversos
En relación con la supervivencia tras el inicio del tratamiento, un total de 29 pacientes fallecen durante el seguimiento desde la primera infusión (66 por ciento), 7 (15,9 por ciento) de ellos tras trasplante, con una media de supervivencia tras el trasplante de 75,89 semanas.
La mediana de supervivencia de los 44 pacientes sobre los que tenemos datos es de 33,7 semanas (7,75 meses). Este valor “es muy similar al obtenido en el ensayo clínico B1931022, que tiene una mediana de 7,7 meses”. Por otro lado, la supervivencia tras el inicio de tratamiento a los 2 años (aproximadamente 105 semanas) fue del 26 por ciento, resultado ligeramente superior al aportado por el ensayo clínico.
A pesar de ello, el Ministerio indica en este informe que “debemos seguir teniendo presente que no se puede hacer una comparación directa entre el ensayo clínico y los datos de Valtermed, debido a que existen muchas limitaciones”.
En cuanto a la seguridad, se han notificado efectos adversos graves en un total de 31 pacientes. Sin embargo, solo se han registrado datos de efectos adversos en el 81,6 por ciento (40) de los pacientes, en comparación con los 49 que inician tratamiento. Los efectos adversos notificados con mayor frecuencia han sido trombocitopenia y neutropenia. En general, en consonancia con la ficha técnica, los efectos adversos relacionados con trastornos de la sangre y del sistema linfático han sido los más notificados.
¿Qué es Valtermed?
Valtermed es el
sistema de información corporativo del Sistema Nacional de Salud (SNS) que nació en septiembre de 2018, fruto del consenso en la Comisión Permanente de Farmacia del Consejo Interterritorial del SNS, órgano de co-gobernanza en materia de política y prestación farmacéutica en nuestro país.
Se puso en marcha en noviembre de 2019 con el objetivo de
aunar y compartir el conocimiento de la efectividad terapéutica, es decir, de los resultados de eficacia obtenidos en la práctica clínica real, de aquellos nuevos medicamentos que presentan elevada incertidumbre clínica y para los que es necesario generar evidencia para mejorar la utilización de los medicamentos en el SNS y reforzar así la sostenibilidad y la excelencia de nuestro sistema sanitario público, a través del conocimiento, el análisis y la evaluación, con rigor y con método. La base de Valtermedson los protocolos farmacoclínicos de uso de los medicamentos que se sustentan en el consenso gestor, científico y profesional
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