Europa toma su cuota de poder en la patronal Farmaindustria

Eduardo Ortega Socorro. Madrid
En octubre, Farmaindustria cambiará de presidente. Elvira Sanz, primera espada de Pfizer en España, dejará el cargo y pasará a ocuparlo el representante que designen los laboratorios españoles. Pero, al mismo tiempo, la patronal afrontará un importante cambio, que se decidió hace cuatro años y que obedece a las presiones realizadas por las multinacionales europeas.

Andreas Abt, director general de Roche; Jesús Acebillo, presidente de Novartis, Rogelio Ambrosi, director general de Merck, y Ludovic Helfgott, presidente de AstraZeneca.

Actualmente, la presidencia de Farmaindustria es rotatoria entre dos partes: el grupo de laboratorios extranjeros y el de los nacionales. Pero esta fórmula cambia a partir del próximo octubre, y el ‘poder’ se compartirá entre tres ejes de la patronal: la española, la americana y la europa.

Se trata de una exigencia de las propias multinacionales europeas que, a excepción del ciclo en el que Jesús Acebillo ocupó el cargo entre 2008 y 2010, consideran que el grupo americano “ha acaparado los periodos de presidencia de los laboratorios extranjeros en Farmaindustria”, indica un directivo de una compañía del viejo continente.

El problema de fondo es que “ha habido un pulso dentro del grupo de laboratorios extranjeros por esto”, cuenta otra fuente de una de las compañías que integran la patronal. “A pesar de que el grupo americano está formado también por multinacionales, las europeas no se sienten representadas por él cuando ocupa la presidencia, que ha sido casi siempre”.

Con esta modificación normativa, los europeos esperan poseer “el peso” que consideran que tienen que tener sus opiniones en el seno de la patronal. “Y por fin va a haber un reparto equitativo del poder”, asegura uno de sus directivos

¿Debilidad para los laboratorios españoles?

La división del grupo extranjero lleva a que se introduzca un nuevo turno de presidencia, y a que se prolongue el periodo para que una de las facciones recupere el liderazgo de la patronal. Dado que dos de los grupos están formados por multinacionales extranjeras, hay voces en el sector que consideran que el cambio ha sido hecho para “perjudicar a los laboratorios españoles y que tengan cada vez menos representación entre la industria innovadora”.

De hecho, un representante del ‘nuevo’ grupo europeo reconoce que esta idea es “un sentir dentro del grupo español, pero no es más que una pataleta”. Sin embargo, añade que tendrá que pasar un poco de tiempo para que se compruebe que el cambio trae “el equilibrio a la patronal”.

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