Juana Álvarez, Marta y Ahlam Hacini.
Dicen que los sueños no se cumplen solo imaginándolos, sino que hay que trabajar y luchar por ellos para hacerlos realidad. Tras cinco años “duros y difíciles”, llegan las recompensas, y ya hay
facultades de Farmacia que están celebrando sus
actos de graduación de la promoción 2019/2024. El estrés y la presión vividos durante la carrera quedan en un segundo plano y la
emoción, sonrisas y felicidad de los estudiantes se convierten en la guinda del pastel de un objetivo que durante tanto tiempo llevaban anhelando:
convertirse en farmacéuticos.
Ahlam Hacini, graduada por la
Universidad de Granada, consiguió su banda morada hace apenas una semana. Con un vestido granate y sorprendentemente serena, dio un emotivo discurso de despedida dedicado a todos sus compañeros que durante estos años han formado parte de su vida. “Enhorabuena por el recorrido académico, pero
sobre todo por el personal”, resaltó durante su intervención Hacini, que también es delegada de estudiantes de la facultad.
Tras la ‘resaca’ de un día tan intenso, la ahora farmacéutica afirma a
Redacción Médica que fue un día “muy bonito, emotivo e intenso”. Por supuesto, la familia aquí también cobra un significado especial, y es que después del evento lo celebró con ella almorzando y, ya por la noche, asistió a la
cena y fiesta organizada para todos los estudiantes de su promoción.
A pesar de que Hacini reconoce que los años de universidad fueron “duros, intensos y estresantes”, también ha conocido a
personas maravillosas. “Me quedaría con el segundo cuatrimestre del tercer curso, donde hicimos un grupo de alumnos muy bueno y nos apoyamos mucho. También guardo un bonito recuerdo de las actividades que hacíamos en el último curso
para recaudar dinero para el viaje de fin de carrera”, ha subrayado.
¿Cómo vivieron su graduación las nuevas farmacéuticas?
En esa misma facultad también consiguió su titulación
Marta. Con un vestido blanco que resaltaba esa banda morada que representa todo el esfuerzo realizado por conseguir su meta, esta farmacéutica recogía su diploma mientras era grabada en un vídeo de TikTok por sus seres queridos. “Lea las instrucciones de este medicamento y consulte a su farmacéutica”, dejaba escrito en su perfil de forma humorística.
En cambio,
Juana Álvarez, graduada en la Universidad
Rey Juan Carlos, todavía no ha celebrado su ceremonia de graduación, que será el próximo 7 de junio. Lo espera con “mucha ilusión”, pero también con cierta
carga de responsabilidad al ser la primera promoción en terminar los estudios del Grado en su institución académica.
Alegría, fiesta y emoción en las graduaciones de Farmacia
Asimismo, también reconoce estar “bastante nerviosa” porque es un acto “con mucha importancia”. “Seguramente sea uno de los momentos más importantes de
mi vida laboral y a nivel general, pero tengo muchas ganas de celebrarlo con mi familia, amigos y compañeros”, ha subrayado.
Tras acabar el evento y al igual que Hacini, han organizado una cena con todos los graduados y
con los profesores que los han acompañado durante su evolución hasta convertirse en profesionales. “Tengo muchas ganas de poder reunirme en un ámbito más relajado e informal con todos ellos para disfrutar del final de esta etapa”, se ha sincerado.
Los momentos más icónicos durante la carrera de Farmacia
Estos cinco años de universidad han sido, para Álvarez, “duros y difíciles”. Ha tenido que invertir muchas horas de estudio, esfuerzo y sacrificio que, en algunas ocasiones, “no se veían reflejadas”. “Pero al final
han merecido la pena y desde luego que volvería a repetirlos”, ha indicado.
Aún así, no todo han sido momentos de presión, también tiene en su memoria momentos gratificantes en los que ha instruido “muchísimas” cosas sobre
Farmacia y la salud en todas sus formas. “He aprendido a darle el valor que le corresponde a esta profesión que, sin duda, es una de las más bonitas. Y, en ocasiones, de las menos valoradas”, ha lamentado.
"He aprendido a darle el valor que le corresponde a la Farmacia que, sin duda, es una de las más bonitas. Y, en ocasiones, de las menos valoradas"
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Lo mejor que se lleva de todo este tiempo estudiando son las personas que han ido depositando sus “granitos de arena” en ella para formarse como profesional, y que no han dudado “en ningún momento” en la importancia que tienen los estudiantes. “También me quedo con las
grandes amistades que he formado, porque sin ellas no estaría aquí. Mis compañeras de laboratorio, excursiones al campo de botánica, de exposiciones, biblioteca y, lo más importante, mis amigas dentro y fuera de la universidad”, ha concluido.
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