El presidente del CGE espera tener pronto el texto definitivo, que contará con un amplio abanico temático

"El nuevo Código Deontológico adaptará la Enfermería al siglo XXI"
El presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Enfermería, Florentino Pérez Raya.


4 jul. 2024 7:00H
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La deontología es la disciplina que establece los deberes mínimos que deben cumplir los profesionales. Estos son recogidos en los códigos deontológicos. El Consejo Internacional de Enfermeras (CIE) diseñó por primera vez un documento en el que se enumeraban los compromisos éticos de las profesionales en 1953, con sus posteriores revisiones en 1973 y 2021. En España, el Consejo General de Colegios Oficiales de Enfermería (CGE) creó el suyo en 1989, el cual fue actualizado en 1998. Desde entonces, el Código Deontológico de la Enfermería Española no ha sido sometido a modificaciones. Al menos, hasta ahora. 

El CGE se encuentra inmerso en la construcción de un nuevo Código Deontológico. Su primer borrador se ha remitido a los colegios profesionales y actualmente se somete a consulta pública. La Organización Colegial de Enfermería, profesionales y ciudadanos cuentan con un periodo de alegaciones en el que se podrán enviar los cambios y propuestas que consideren necesarias. El plazo para remitir aportaciones finaliza el 25 de septiembre de 2024. "Queremos que el nuevo Código Deontológico de la Enfermería española tenga cuantas más aportaciones mejor", ha afirmado el presidente del CGE, Florentino Pérez Raya.


"El Código Deontológico precisa de una actualización y adaptación a los nuevos tiempos", ha asegurado Pérez Raya



El objetivo de este futuro Código Deontológico es adaptar las responsabilidades éticas de las enfermeras a los tiempos actuales para garantizar la eficiencia del trabajo personal y la realización de unos cuidados dignos a los pacientes. "En 35 años de vigencia del anterior Código la sociedad ha avanzado mucho, también la profesión. El avance científico ha sido vertiginoso y los cambios legislativos son así mismo muy numerosos. Todo ello precisa una actualización y adaptación a los nuevos tiempos, para dar respuesta a las necesidades de la profesión en el siglo XXI", ha explicado Pérez Raya.


Principales novedades


En su viaje al año 2024, la nueva versión del Código reforma capítulos existentes en el anterior a la vez que incluye otros para regular desde la perspectiva de la deontología el desarrollo de la Enfermería en las últimas décadas. "Se trata de adecuar la actuación profesional a la realidad social que vivimos", ha destacado el presidente del CGE. El resultado son cuatro grandes temas -Enfermera y las Personas, la Enfermera y la Profesión, la Enfermera y la Práctica y la Enfermera y la Salud Global-, divididos en puntos, cada uno sobre un asunto concreto.

El capítulo Enfermeras y Personas recoge los valores fundamentales de la profesión -respeto a los Derechos Humanos, responsabilidad de proteger al paciente ante cualquier abuso, atención igualitaria a todas las personas...-, pero también la relación de la enfermera con el enfermo, ahora basada en la horizontalidad y la confianza. El borrador resalta la autonomía del individuo y la toma de decisiones compartida. Así, el individuo puede negarse a recibir un tratamiento o a ser informado, lo cual tendrá que respetar la sanitaria. "Desde la aprobación del anterior Código Deontológico se ha desarrollado una de las principales normativas en materia sanitaria como es la ley de autonomía del paciente, algo que no se tenía en cuenta y que ahora es un eje central de los cuidados enfermeros, como no puede ser de otra manera", ha puntualizado Pérez Raya.


"No solo hay que investigar, también es preciso aplicar la ciencia en nuestros cuidados", ha destacado Pérez Raya



A nivel práctico, la actualización del Código amplia de forma exponencial las materias tratadas. Así, se desarrollan temas como el cuidado a discapacitados -centrada en la sensibilización-, la objeción de coincidencia -tanto su ejercicio como sus límites- o los cuidados al final de la vida, en los que se agrega el respeto de la decisión de la persona a morir y la valoración profesional de la enfermera sobre la limitación del soporte vital, sedación paliativa y eutanasia, ya que en el texto de 1989 tan solo se abordaba el acompañamiento durante los cuidados paliativos. Además, se añaden aspectos como las cuestiones genéticas, la reproducción asistida, la atención obstétrica, la sexualidad y reproducción -dotación de herramientas para afrontar la atención a la diversidad sexual y garantizar el respeto a los derechos sexuales y reproductivos de todas las personas- o trasplante de órganos -impulso de la donación-. A su vez, se establecen divisiones por edad, con puntos sobre el cuidado a adolescentes, niños o personas mayores. 

En el ámbito profesional, el borrador incide en el papel de la enfermera en la docencia y la investigación, especialmente en la aplicación de los conocimientos adquiridos. "La Enfermería es una ciencia y como tal se basa en la evidencia científica, pero no sólo hay que investigar, también es preciso aplicarla y que nuestros cuidados estén basados en ella", ha argumentado el presidente del CGE. Además, regula roles profesionales como la cooperación internacional, la mentoría, el diseño de planes de estudio o el peritaje legal. También deja espacio para la relación entre tecnología y enfermeras, con atención a la Inteligencia Artificial y las competencias digitales. 


"Nos tienen que tener en cuenta en las grandes decisiones políticas", ha indicado el presidente del CGE



Por último, el capítulo Enfermera y Salud Global agrupa cuestiones no plasmadas en el texto de 1989, como la importancia de la sostenibilidad a la hora de trabajar y el respeto del entorno o el liderazgo de las enfermeras en las campañas de inmunización contra enfermedades infecciosas. Asimismo, desarrolla el papel de las enfermeras en las políticas de salud mediante la defensa de su participación activa. "Las enfermeras están presentes en múltiples lugares donde se toman decisiones, como supervisoras, como directoras de Enfermería, pero es preciso ir a más y que también se nos tenga en cuenta en las grandes decisiones políticas. Ese es uno de nuestros techos de cristal que esperamos romper lo más pronto posible", ha resalto Pérez Raya.

El CGE espera tener una versión definitiva pronto, aunque dependerá del volumen de alegaciones que reciban. "En función del número final de aportaciones, los trabajos pueden demorarse o ser más ágiles, pero nuestro compromiso es que la Enfermería española cuente lo antes posible con un nuevo y renovado Código Deontológico", ha compartido su presidente. Precisamente, una de las prioridades de Pérez Raya era la reforma de los deberes éticos de las enfermeras, según sus palabras en la toma de posesión del cargo en el año 2023. 
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