16 nov. 2020 17:30H
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"Las personas que padecen o han padecido algún tipo de cáncer (cáncer de mama, pulmón, colon, próstata, etc), deberían ser evaluados por un dermatólogo", es la recomendación que ha manifestado un grupo de expertos de Unidad de Oncodermatología del complejo hospitalario Ruber Juan Bravo de Madrid, para evitar alteraciones adversas han sugerido la Oncodermatología.
Es frecuente que los pacientes que se someten a tratamientos oncológicos (quimioterapia, radioterapia o nuevas terapias biológicas) experimenten alteraciones en la piel, pelo, uñas y mucosas, por lo que es esencial desarrollar un plan para prevenir, diagnosticar y tratar estos eventos adversos agudos o crónicos.
"Para prevenir, diagnosticar y tratar estas afecciones relacionadas con las terapias oncológicas, surge la Oncodermatología, una subespecialidad de la Dermatología", ha señalado Azael Freites, Coordinador de la Unidad de Oncodermatología del complejo hospitalario Ruber Juan Bravo, perteneciente al equipo de María Calvo Pulido.
Como ha puesto de manifiesto Freites, el papel más importante de la Oncodermatología es una evaluación especializada y oportuna de los efectos adversos de las terapias oncológicas para ayudar a continuar con el tratamiento de una manera más satisfactoria, así como también ayuda a mejorar los efectos adversos persistentes después de las terapias oncológicas.
Estudios han demostrado que esto tiene como resultado un impacto positivo en la calidad de vida de los pacientes con cáncer.
Las erupciones relacionadas con el tratamiento oncológico pueden tomar muchas formas diferentes, que incluyen sequedad y picor, vitíligo, lesiones tipo acné, eccemas o alopecia.
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