Alejandro Molina, coordinador de la Unidad de Hidradenitis en el Hospital Virgen de las Nieves de Granada.
9 feb. 2022 9:10H
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La hidradenitis supurativa, una enfermedad cutánea inflamatoria crónica que ocasiona lesiones dolorosas y supurativas en axilas, ingles y genitales, afecta de forma especial a las mujeres que quieren quedarse embarazas tanto por su afectación directa como por los tratamientos aplicados. Para reducir su impacto y no interferir en el proceso, según han evidenciado científicamente en el departamento de Dermatología del Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada, existen varias estrategias “personalizadas” que se pueden aplicar a estas pacientes.
Una investigación que ha recibido el premio de la Real Academia de Medicina de Andalucía Oriental y cuyo coordinador, Alejandro Molina, califica de “pionera e integradora”. "Hasta ahora no había literatura científica al respecto y, además, hace que la medicina se adapte a las necesidades de las mujeres embarazadas", resalta el dermatólogo.
Según describe el especialista, la hidradenitis supurativa es una enfermedad que en general se da en personas jóvenes (entre los 14 y los 30 años), y provoca lesiones que causan “gran dolor” a través de bultos o fístulas en las ingles, axilas y genitales. Por lo tanto, el impacto es “muy importante” a la hora de intentar lograr quedarse embarazada.
“Por un lado, dificulta tener pareja debido al miedo, ansiedad, vergüenza o dificultad en las relaciones futuras. Por el otro, en aquellas que tengan pareja y quieran quedarse embarazadas, el dolor que sufren al mantener relaciones sexuales puede ser un impedimento”, detalla Molina, quien, además, añade el efecto nocivo de determinados tratamientos para reducir la patología. “Algunos de los fármacos que se usan para paliar la enfermedad hacen incompatibles que se queden embarazadas porque son anticonceptivos”, detalla el especialista.
El dermatólogo debe adaptarse a las necesidades del paciente
Unas características que se juntan con la falta de espontaneidad asociada al embarazo. “Lo más frecuente es que el embarazo no se planifique y, por lo tanto, no esté indicado en el tratamiento. Hay que tener cuidado con esto por sus consecuencias secundarias y porque una mujer sometida a tratamiento va a tener más reparo a quedarse embarazada porque lo va a tener que planificar”, explica el dermatólogo.
En base a esta problemática clínica ha girado la investigación, la cual ha tratado de transmitir la necesidad del dermatólogo de incluir las intenciones de gestar a un hijo a la hora de diagnosticar los tratamientos crónicos contra la hidradenitis supurativa. “El dermatólogo debe tener la necesidad de preguntar a una mujer en edad fértil cuáles son sus deseos para darle un plan terapéutico adaptado a sus necesidades. Nosotros nos debemos adaptar a ellas y no ellas a nosotros”, reivindica el especialista
¿Cómo se puede adaptar el tratamiento de hidradenitis supurativa?
Una de las formas de adaptación es optar por no utilizar ciertos fármacos incompatibles con quedarse embarazada. “Si hablamos de pacientes con una enfermedad avanzada grave, se necesitan fármacos biológicos con anticuerpos monoclonales y hay algunos que no tienen ninguna incompatibilidad y podemos proponer su uso”, detalla Molina.
Esta enfermedad también requiere tratamiento quirúrgico y el momento de aplicar la cirugía se puede adaptar. “Hay que hacer que el dermatólogo esté integrado en el proceso de embarazo y lactancia, y que la paciente no tenga que renunciar a ciertas cosas por su enfermedad”, reivindica el especialista. Por todo ello, Molina aboga porque ante los tratamientos crónicos se traten los deseos gestacionales y genéticos en la primera visita y revaluarlos de forma periódica. “Es algo fundamental”, concluye Molina.
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